Las miradas se posan en la CC

Es trascendental el proceso de selección de magistrados que integrarán la próxima sala constitucional, la de mayor jerarquía en la cúspide de justicia, que actualmente tiene lugar en Guatemala.

Su importancia radica en que es en la Corte de Constitucionalidad donde confluyen los casos que despiertan las mayores preocupaciones, polémicas, y es la última instancia para cambiar o mantener decisiones de tipo jurídico-político que las cortes ordinarias van adoptando según sus procedimientos.

Aquí se da la última palabra a casos polémicos, y como instancia última, se espera que la CC esté integrada por profesionales del Derecho que además de gran trayectoria, den muestras de rectitud en su proceder y sabiduría para interpretar la Carta Magna.

El pleno de magistrados, cinco titulares y cinco suplentes, hace realidad la función primigenia de la institución que es “actuar con independencia de los demás organismos del Estado para ejercer las funciones específicas que le asigna la Constitución y la ley de la materia”, (Artículo 268 de la Constitución de la República).

Los magistrados actuales concluyen su período de cinco años el próximo 14 de abril.

Las instituciones que proponen un miembro titular y suplente son cinco, de las cuales, el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) es la única que organiza un proceso de votación para designarlos.

La Corte Suprema de Justicia propuso, la noche del jueves, a los juristas Neftaly Aldana Herrera y María Consuelo Porras Argueta, como titular y suplente, mientras que en votación en el CANG al no haber mayoría absoluta se convocó a una segunda vuelta.

El 14 de marzo, es decir un mes antes, deberá estar integrada la nueva plana de la CC. Falta que se pronuncien la Presidencia, el Congreso de la República y la Universidad de San Carlos de Guatemala. Es importante recordar a quienes resulten elegidos, las palabras que ayer dijo Thelma Aldana, la fiscal general, asumo que anteponiendo su caso como ejemplo: quienes resulten electos, al asumir deben olvidar a quienes los propusieron, y asumir que es Guatemala la que espera de ellos las mejores decisiones y no las que solo favorezcan a sus patrocinantes o electores.