Ser parte del movimiento voluntario

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El hecho de compartir y preocuparse por los demás es una necesidad, no un acto de caridad.
 
La nueva agenda de desarrollo sostenible abre otra oportunidad de acabar con los motivos subyacentes que mantienen las desigualdades y obstaculizan el progreso en el mundo. El voluntariado es una plataforma singular desde la cual se pueden potenciar acciones innovadoras para el desarrollo y, con ello, hacer de esta nueva agenda el camino definitivo hacia una sociedad más justa.

No parece que exista una causa única que lleva a las personas a ser voluntarias. Del mismo modo, tampoco podemos hablar de “un voluntariado” o de una única definición. Existen tantos voluntariados como acciones altruistas se llevan a cabo. Sin embargo, hay una definición que me parece especialmente acertada del programa de voluntarios de las Naciones Unidas en su informe sobre el tema en el mundo de 2011:

“El voluntariado es una expresión de la participación del individuo en la comunidad a la que pertenece. La participación, la confianza, la solidaridad y la reciprocidad son valores basados en la comprensión compartida y en un sentimiento de deber común, que se refuerzan mutuamente y ocupan un lugar central en las esferas de la gobernanza y la buena ciudadanía. El voluntariado no es una reliquia nostálgica del pasado. Es nuestra primera línea de defensa contra la atomización social en un mundo en vías de globalización. Hoy, puede que mucho más que nunca, el hecho de compartir y preocuparse por los demás es una necesidad, no un acto de caridad”.

Sean cual fueren las motivaciones o definiciones, el caso es que las cifras hablan por sí solas. Miles de personas en todo el mundo participan de este movimiento. En Guatemala por ejemplo, la Encovi de 2011, señaló que un 12.5 por ciento del total de la población guatemalteca participa o es miembro de una organización o asociación.

Las personas voluntarias con frecuencia aluden a la sensación de bienestar que les ofrece servir a los demás, cambiar las cosas, participar, involucrarse. Pero además, por medio de los diferentes ejemplos de participación voluntaria en el mundo, vamos aprendiendo que el voluntariado también conquista y habilita espacios para grupos vulnerables, que tiene una relación directa con el activismo social, crea modelos de desarrollo donde la persona es el centro; y, entre muchas otras cosas, ayuda a mejorar la rendición de cuentas e impulsa la receptividad institucional. Ahora, solo queda sumarnos.

Publicado el 07 de enero de 2016 en www.dca.gob.gt por Elisa Paz Cayon
http://www.dca.gob.gt/index.php/section-table-2/item/39692-ser-parte-del-movimiento-voluntario

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