Héroe 2015: ¡La Ciudadanía!

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Nos hartamos de tanta m… Identificamos el poder de las “redes sociales”, convocamos, creímos que nadie vendría, pero empezaron a venir un sábado de abril. Nos asustamos.

“¿Y ahora qué hacemos?”, fue la pregunta de alguien cuando vio a miles de guatemaltecos también hartos de tanta corrupción.

No había tarima. Ni micrófono. Ni oradores charlatanes.

“Nos juntamos en el Parque Central, si somos 10, 20 o 100, no importa, a las cuatro de la tarde cantamos el Himno Nacional, recogemos la basura, y nos vamos para nuestras casas de regreso”. Ese era el plan. De veras, el objetivo era demostrar en silencio, con “plantones” frente al Palacio, nuestro “emputamiento” por tanta corrupción.

Nos habían tocado los genitales y eso no lo íbamos a permitir.

Pero no fue una gran planificación, de veras, no lo fue. Y esto para aquellos que ven “micos conspiradores” en cada esquina. No. Y mil veces no.

Fue la rabia de que los políticos nos vieran la cara, se burlaran de nosotros en nuestras narices, y sobre eso que todavía pagásemos por mantenerlos.

Uno de los “patojos” me dijo si podía ayudarlo a viralizar el “evento” en Facebook. “Órale, démosle, no tengás pena”. Él me explicó que su familia estaba aterrorizada de que lo fueran a matar por hacer —con otras 6 personas— el evento original.

“A vos te cuidan los medios”, me dijo, con una certeza que no sé de dónde había sacado semejante conclusión. “Si supiera que ni Dios me cuida porque hasta Él ya se dio por vencido conmigo”, pensé, pero no se lo dije. Yo quería darle la certeza que todo saldría bien, y que su identidad sería protegida. Vi a los del grupo, y reconocí a una mujer valiente ahí. Eso me impulsó más a apoyar.

Ese “25A” había mucha duda, sobre todo acerca de la asistencia. Insistí en mi programa de radio en Libertópolis, “si solo llegamos 10, no importa, seremos ya 10 ciudadanos contra la corrupción”.

Como a las 15:00 horas, había 10… pero miles, y ya para las 16:00 horas, antes de entonar el Himno éramos, conservadoramente, unos 25… pero miles.

Llegaron por miles al llamado, “anónimo” por su mayor recorrido, y que en mass media había encontrado un eco sin precedentes, y que algunos periodistas tomamos con vehemencia, y hasta con cierta “demencia”. Con Otto y sus huestes en el poder era, para ponerlo directo, bastante suicida. Pero podían matar a uno, a dos, a tres, pero no a 30 mil.

Pero nada de eso pasó. Todo fue en paz. Dimos ejemplo al mundo.

Con armas tan poderosas como nuestros artesanales “carteles”, nuestras simples “violentas y demoledoras” banderas —yo hice una sombrilla con banderitas de Guatemala— y nuestro “destructor” amor por esta Gran Nación.

Nuestro amor por Guatemala puede más que las balas, puede más que la represión.

Antes de salir del Parque Central sacamos bolsas negras para recoger la basura en el piso, porque la basura en el poder estaba por caer.

Cada ciudadana, cada ciudadano que se manifestó, y con su voz enérgica y pacífica cambió el rumbo de Guatemala ¡Es el Héroe 2015!

La siguiente Misión: Depurar el nido de ratas del Congreso. Atentos al llamado.

Publicado el 16 de diciembre de 2015 en www.s21.com.gt por Estuardo Zapeta
http://www.s21.com.gt/era-libertaria/2015/12/16/heroe-2015-ciudadania

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