La idea de estas fotografías es convencer a las mujeres, víctimas del maltrato que deben denunciar esa situación ante las autoridades y poner un alto al abusador.
Otro mensaje de esta sensacional campaña es que se comprenda que cualquier mujer puede ser blanco de ese tipo de violencia. Este flagelo está aquejando a todas las sociedades y no hace acepción de clase social o nivel educacional. Por lo que no es un problema de género, sino es un problema que nos compete a todos.
Tan solo en nuestro país, desde enero a octubre del 2015, se han registrado 621 muertes de mujeres como consecuencia de algún tipo de acto de violencia. Muchos de los casos incluyen violación y asesinato, ocasionado por sus propios esposos, novios o exparejas; y muchos de estos han quedado en la total impunidad. Pero debo subrayar que todos estos hechos no empiezan de la noche a la mañana y sin dar señales previas de alarma. No inician precisamente con golpes, sino con palabras que lastiman y menosprecian a la víctima, muchos de ellos se originan en el mismo seno del hogar y vienen de un padre o esposo abusivo, que muestra un comportamiento bipolar y ante la sociedad exhibe una actitud, pero en privado es un ser brutal y abusivo. La violencia contra las mujeres se puede manifestar en diferentes formas: física, sexual, psicológica y económica.
Debe quedar muy claro que los abusos a la mujer tienen niveles muy marcados y que van en aumento: primero empieza con el uso de palabras groseras, burlas, ironías, amenazas e insultos. Segundo, se impone la manipulación económica. Tercero, la indiferencia, que es un tipo de violencia pasiva. —Estas tres etapas pueden darse simultáneamente— y quedarse hasta allí, o seguir avanzando y prosiguen los golpes, escándalos de celos, la violación sexual, la tortura física y por último el asesinato.
Nadie sabe cuál puede ser el límite de un hombre abusivo y hasta dónde puede llegar, lo que sí es cierto es que el Estado debe ayudar integralmente a las víctimas. Se ha considerado que al menos un 70% de las mujeres han sufrido algún acto de violencia en su vida. Por lo que se hace necesario no callar, poner un alto y buscar justicia.
Publicado el 27 de noviembre de 2015 en www.prensalibre.com por Brenda Sanchinelli Izeppi http://www.prensalibre.com/opinion/rompe-el-silencio
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