Lo que nos dejaron los diputados en esta legislatura

Una vez más se confirmó que el trabajo de los llamados “representantes del pueblo” continúa sin estar en sintonía con el pueblo que los eligió. Una muestra de ello fue que no tomó el papel que le correspondía cuando se desató la crisis política que expulsó del poder a Otto Pérez y Roxana Baldetti.

“Este Congreso no se ajustó a las demandas ciudadanas que exigían un cambio en el sistema político”, declaró Manfredo Marroquín de Acción Ciudadana, quien recordó que los diputados tardaron en la aprobación de la Ley Electoral (proyecto que sigue en consulta en la Corte de Constitucionalidad) pese a que miles de guatemaltecos la exigieron durante las manifestaciones.

Tampoco atendieron el llamado para aprobar la Ley de Servicio Civil, la Ley Orgánica del Congreso ni tampoco pusieron un alto al Pacto Colectivo que sigue sangrando las finanzas del Estado. “Los diputados dejan una larga lista de pendientes para la nueva legislatura”, resalta Marroquín.

El trabajo en cifras

Según un informe sobre Cómo Mejorar el Desempeño del Congreso del Centro de Investigaciones Económicas Naciones (CIEN), los diputados sesionaron menos que en legislaturas anteriores. Al 30 de septiembre habían realizado 87 plenarias, mientras que en la legislatura 2008-2011 se reunieron en  258 ocasiones y 295 en la legislatura 2004-2007.

El número de sesiones se traduce en el número de decretos aprobados. Al 30 de septiembre había sido aprobados 78 decretos, mientras que en la legislatura anterior se dio luz verde a 207 leyes. “Yo entiendo que hay inconformidad y entiendo que no fue la mejor legislatura pero insisto que tiene que ver cómo decide y elige la ciudadanía”, explicó la diputada de Encuentro por Guatemala, Nineth Montenegro.

Para la congresista, el número de interpelaciones frenó el trabajo legislativo y así lo confirma el Informe del CIEN que muestra que en promedio se consumieron 72 días de sesiones en esta legislatura para dichas citaciones.

Entre las pocas leyes que fueron aplaudidas fue la aprobación de la Ley Contra la Corrupción en noviembre del 2012, que creó el delito de tráfico de influencias. Irónicamente esa ley es la que tiene en aprietos a varios congresistas. También se encuentra la Ley de Tarjetas de Crédito, pero aún falta que entre en vigencia. En realidad por meses lo más relevante en el Congreso fue la aprobación de préstamos y la creación de 3 municipios.

Bajo la lupa de la justicia

Las leyes pendientes no son el único problema que generó críticas a esta legislatura. Varios diputados tienen procesos de antejuicio al ser señalados por el Ministerio Público (MP) de varios ilícitos. Incluso, el exdiputado Pedro Muadi renunció a su curul luego de ser sindicado de crear plazas fantasmas y actualmente guarda prisión preventiva.

Otros doce están a la espera que se defina su futuro. Entre ellos se encuentra Baudilio Hichos (Lider), Jaime Martínez (Lider), Delia Back (Lider), José Inés Castillo (Lider), Mario Yañez (Lider), Luis Chávez (Lider), Mario Rivera (Lider), Mirza Arreaga (Lider), Domingo Trejo (UNE), Gudy Rivera (Partido Patriota), Estuardo Galdámez (Partido Patriota), y Daniela Beltranena (Partido Patriota).

“Es preocupante que varios diputados estén señalados y lo más preocupante es algunos lograron su reelección” indicó el analista independiente Pablo Boiton.

No es la primera vez que diputados son señalados ya que Eduardo Meyer y Rubén Darío Morales fueron sindicados de un desvío  millonario en el Congreso, y Manolo Castillo fue sentenciado por la muerte de diputados salvadoreños. Pero sí es la primera vez que varios se encuentran bajo la lupa del Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Los retos de la nueva legislatura

Para Manfredo Marroquín la nueva legislatura entrará con tarjeta amarilla ya que la ciudadanía seguirá de cerca sus pasos. Entre los temas a los que le deberán prestar atención están la Ley Orgánica del Congreso para regular ciertas prácticas parlamentarias, otro que deben resolver es el Pacto Colectivo ya que el 10 por ciento anual de aumento salarial representa un problema financiero. La Ley de Servicio Civil es otra tarea pendiente ya que su aprobación permitiría ordenar las plazas en el Estado y así evitar que se conviertan en un “botín político”.