Más allá del compromiso

Ahora empieza el gran reto de conducir a un país atribulado y zarandeado por los casos de corrupción e impunidad descubiertos y denunciados por el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala. El camino es cenagoso y en sus bifurcaciones nada fácil, para el recién ungido presidente. La lucha apenas inicia y se traslada al Legislativo. El primer dolor de cabeza se avizora con la aprobación del presupuesto 2016, y sus entramados para operativizar al aparato estatal.

En suma, el bloque oficial es reducido (7 por ciento del total de diputados), por lo cual el músculo de negociación en los entornos congresiles necesitará de la fuerza de otros bloques que empujen los acuerdos a los que se lleguen, por supuesto, sin los chantajes que benefician a unos pocos y que tanto daño le han hecho al país. Indudablemente, el mandatario requerirá del apoyo ciudadano para cogobernar durante su gestión. No debe olvidar que un pueblo cansado de las viejas artimañas de hacer política y de un sistema corrupto y corruptor fue quien le dio el beneficio de la duda depositando su confianza en él para limpiar la suciedad acumulada por décadas en el Estado.

Asimismo, el gobernante no deberá acceder a presión de ningún tipo, ni sector que pretenda poner en riesgo el mandato que la población le entregó. Toda vez que debe recurrir a la denuncia para evidenciar a aquel o aquellos que intenten menoscabar la democracia e impedir el accionar de su administración y, sobre todo, burlar las demandas de la sociedad planteadas desde el 25 de abril, para que con urgencia se realicen los cambios a lo exigido.

En consecuencia, para hacer un buen gobierno precisará del férreo y constante acompañamiento de las y los guatemaltecos en la toma de decisiones. Así también, dar a conocer los resultados de las acciones que realice y la ejecución de los recursos en cada una de las dependencias estatales. Así como los obstáculos identificados. Ello, generará transparencia, credibilidad y veracidad en su trabajo, por lo tanto, cero corrupción, ya que a la vista estarán la rendición de cuentas y el buen manejo de la cosa pública.

Señor Presidente Constitucional de la República, Jimmy Morales, en sus manos está forjar el tan ansiado y verdadero cambio. Usted puede pasar a la historia como el hombre que con su equipo rescató a  una Nación secuestrada y golpeada por políticos inescrupulosos que han hipotecado el futuro de sus generaciones sometiéndola al ostracismo político, económico y social. Que Dios le acompañe y le guíe en cada uno de sus pasos pues la ciudadanía no despegará ni un momento los ojos de su quehacer ni de su compromiso con quienes lo eligieron y con la población. Usted es el representante de la unidad nacional.