
Este es buen punto coyuntural para reflexionar sobre el presente y el futuro de Guatemala, y cómo las acciones que realizamos hoy marcan trascendentalmente las cosas por venir.
La última encuesta de Prensa libre predice el triunfo de Jimmy Morales (67.9%) sobre Sandra Torres (32.1%). Las cifras porcentuales le otorgan un triunfo arrollador y se evidencia una gran aceptación de la ciudadanía de todos los estratos sociales y culturales.
Muchos escépticos —y con razón— consideran que ninguno de los dos candidatos está preparado para afrontar una crisis tan severa como la que atraviesa el país. Ninguno ha dicho ni cómo ni de dónde obtendrán los recursos. Para colmo de males, tenemos un Congreso —el más corrupto de la historia— y se calcula que al menos el 40% del presupuesto está destinado a mantener la corrupción gubernamental. Estos diputados están empecinados en continuar en un río revuelto, aprobando cifras que seguramente no serán invertidas en hospitales y escuelas, sino en las ostentosidades a las que están acostumbrados los politiqueros chapines. ¿Se les alineará el nuevo presidente?
Por esta razón hago referencia a que el futuro no está escrito, ni el destino está grabado en piedra, cada persona tiene la oportunidad de trabajar y labrar su propia suerte, indistintamente del accionar de los demás. Por esta razón el arma de cualquier buen ciudadano será participar no solo el 25 de octubre, sino todo el tiempo. Por favor, no vuelva a tomar una actitud pasiva, no tolere abusos y pelee por sus derechos.
Esta vez Guatemala tiene la opción de empezar una nueva etapa, un verdadero cambio democrático, que inicia por la actitud de sus ciudadanos y se logra a través de la participación activa de la gente. Aquí no importa quién gane, si Jimmy o Sandra, es usted quien debe entender de una vez por todas que no depende de ellos transformar a Guatemala, ellos pueden ser buenos o malos. Eso es lo de menos, aquí lo que importa es hasta dónde está usted dispuesto a tolerar la corrupción y que vengan a saquear el Estado. Guatemala no es hoy la misma, porque ya hemos cambiado el futuro, y eso se genera únicamente con valentía.
Transformemos nuestras acciones hoy, meditando el voto, si nada está escrito… Usted cambiará la historia a partir de ahora. Y el ganador tiene la obligación de legitimarse como presidente, no por las urnas, sino por sus acciones.
Publicado el 23 de octubre de 2015 en www.prensalibre.com por Brenda Sanchinelli Izeppi http://www.prensalibre.com/opinion/presente-y-futuro
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