Visión, evaluar y actuar

Fe, liderazgo, presupuesto, toma de decisiones y acción. Los cambios sí funcionan y son para bien. Lograrlo requiere que las autoridades sean austeras, humildes y valientes para escuchar la verdad y que los ciudadanos nos animemos a hablar, proponer y cambiar. Empieza en cada uno de nosotros. No se trata ni de esperar que otros hagan ni de hacer que otros hagan.

El liderazgo es la herramienta principal. Un liderazgo que integre y modele el comportamiento ideal para que se integre un equipo nacional. Es fácil, el eje es humildad, autoconocimiento y comunicación asertiva. Guatemala despertó. Hay capacidad de participación, diálogo, acciones organizadas y
pacíficas.

Es importante para las autoridades comprender que la autoridad y el poder no son sinónimos. Autoridad deriva del verbo augere que significa acrecentar o aumentar; y poder deriva del latín posse, que significa fuerza, capaz de romper. La administración de la autoridad es vital, pues de lo que se trata no es de forzar a los demás, sino guiar y servir.

Los pasos para lograr administrar este cambio con certeza de que los resultados serán positivos, son los siguientes: 1. Toda acción y decisión orientada a provocar bienestar en la población. 2. Obsesión con la austeridad y reducción de desperdicios. 3. Administración del tiempo. 4. Obsesión con la calidad. 5. Empoderamiento, responsabilidad. 6. Cooperación, educación y capacitación.

Los controles son vitales para crear confianza, que será resultado de evaluar hechos, datos y gastos. No se trata de ser buena gente, sino ser justos, disciplinados y honestos, apoyados en disciplina para toda acción. No juzgar, criticar, chismear; no cabe el juicio sino la objetividad.

La comunicación asertiva es clave. Basada en respeto, humildad y franqueza como valores base en la relación. Humildad, en este caso, implica saber que el amor propio no es tan frágil como para tener que aparentar que se sabe y puede todo, sino que pide ayuda, empatiza y trabaja en equipo.

Escuchar a los contendientes, enemigos de campaña, competidores, aquellos que nos critican, es importante escucharlos, para estar en contacto con la realidad, los puntos de vista, paradigmas de la población que los sigue y son sus adeptos.  La moral del gobernante y la población se basa en criterios comunes de justicia y dignidad, teniendo en cuenta no solo principios de valor universal, sino de nuevo empatía, que es la capacidad de ponernos en el lugar de los demás, con compasión y
admiración.

Autoestima de nación es la palanca para que al amarme a mí misma y a los demás, crea en mí, aprecie mis sueños y surja la energía para construirlos. Crea en los demás y esté dispuesta a integrarme y construir la visión de una Guatemala diferente.