Gasto debe ser revisado con lupa

Viene ahora la fase de aprobar o improbar montos de gasto público para 2016, una tarea exclusiva del Congreso de la República. Esto desata inmediatamente una serie de preocupaciones, pues la propuesta pasa por tantas manos que representan a tan variados intereses, que lo que viene es una etapa de temor a que se repita lo de años pasados.

El Ejecutivo trasladó al Parlamento una iniciativa de Ley que propone un gasto para el otro año de Q72,430.1 millones. De estos, Q46,664.6 millones provendrían de la recaudación de impuestos y Q11,060.2 de financiamiento interno; es decir, emisión de bonos del tesoro. A esto se agregan Q3,045.9 millones de préstamos externos.

La deuda subiría el próximo año, según estas cifras, Q14,106.1 millones.

Solo como referencia, hay que tomar en cuenta que en 2015 fueron aprobados Q4 mil millones en bonos del tesoro y Q8,163.2 millones en préstamos exteranos.

Es sabido que los préstamos en el exterior se consiguen a tasas más favorables que las que se pagan internamente.

No obstante, cuando el proyecto de gastos lo presentó el ministro Dorval Carías en el Congreso, explicó que en este momento resulta imposible gestionar préstamos en el exterior porque las ventanillas condicionaron a hacer eficientes los procesos en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y a transparentar el gasto.

En otras palabras, no tenemos maniobra en este momento para optar a préstamos en el exterior.

Ahora bien, en esta coyuntura en la que apenas se respira aires de haber superado la crisis política, es tiempo para repensar que 2015 debe ser año de acomodo a lo estrictamente necesario.

De hecho, hay algunos que opinan que el gobierno que asuma en enero, debiera concebirse como uno de transición hacia nuevºos tiempos.

Esta es una propuesta que no debe desecharse, pues debemos atravesar primero la realidad de la escasez de recursos.

Es tan impensable como que un padre de familia cuya hija cumplirá 15 años, organice una celebración sin par, y deje de lado que está apenas empleado con una certeza de trabajo que no le da para más de un año, cuando mucho.

Esta democracia, no de 15 sino de 30 años, no está para fiesta ni celebraciones. Está más bien en una fase de ajuste en la que debe declararse la transparencia como ley divina.

Publicado el 18 de septiembre de 2015 en www.s21.com.gt por Celso Solano 
http://www.s21.com.gt/grafia-semanal/2015/09/18/gasto-debe-ser-revisado-lupa

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