Antejuicio: la trinchera del kaibil corrupto

Otto Pérez Molina se aferra al cargo, porque su derecho a antejuicio es el único recurso para acceder a un desenlace en el que sobreviva impune.

Confiscación de bienes mal habidos, captura, humillación pública, juicio y la ruina total es lo que está ya viviendo Roxana Baldetti, luego de su renuncia al cargo de vicepresidenta de la República. Seguramente la materialización de la peor de las pesadillas de todo alto funcionario corrupto.

Ante este escenario, no puede esperarse la renuncia de Pérez Molina como un acto de conciencia, pena o vergüenza por la desastrosa pérdida de legitimidad de su gobierno. De hecho, seguramente le tiene muy sin cuidado el ser ya percibido como el presidente más corrupto y ladrón de la historia.

Como muchos militares guatemaltecos, Otto Pérez Molina sabe ejercer el poder y la fuerza para satisfacer sus intereses, por los cuales lucha, trabaja, miente y, si es necesario, también mata. Con esta formación, la renuncia solo puede considerarla como una carta de negociación a cambio de una salida de escape, con la cual pueda, si no garantizar, por lo menos comprar una vida cómoda en la impunidad. Lo que sí le preocupa e interesa a Pérez Molina es superar el ejemplo de Jorge Serrano Elías. Así sí renunciaría: accedería a dejar la presidencia si alguien le garantiza condiciones que igualen o mejoren las cómodas condiciones en las que desde hace más de 20 años viene gozando el ladrón y corrupto de Serrano.

Por ello, Pérez Molina está aferrado y continuará aferrado al cargo, porque el antejuicio es la trinchera que lo protege del MP, la Cicig y de la ciudadanía. Es cierto que el antejuicio no lo protegerá siempre, pero le permite ganar un tiempo valiosísimo para sus intereses. Tiempo para que maduren las asquerosas negociaciones que seguramente está llevando a cabo: encontrar un embajador o un sector que, a cambio poder estructurar un gobierno de transición ad hoc, Pérez Molina pueda transitar de presidente defenestrado a potentado en algún país que le acoja a él y a las inversiones que realice con el dinero que nos ha robado.

Pero debe considerar también la posibilidad de que el plan de huir a otro país fracase. Por ello, el trance que está sufriendo Baldetti le sirve mucho a Pérez Molina, ya que le muestra qué esperar y cómo prepararse. Así, es evidente que está haciendo preparativos para ese “plan b”: un ejemplo es el Acuerdo Ministerial No. 484-2015 del Ministerio de Gobernación, mediante el cual acondiciona el cuartel Matamoros como un centro de detención preventiva a la medida, matando “dos pájaros de un tiro”, ya que por un lado “legaliza” el tratamiento privilegiado para Roxana Baledetti durante el tiempo que deba guardar prisión preventiva, y por otro, en caso le toque a él, encontrarlo ya acondicionado.

Por otro lado, sabe que el partido Líder y su numerosa bancada en el Congreso de la República son claves para gozar de antejuicio, por lo menos hasta enero. Acción demostrada en su vergonzoso discurso en cadena nacional del domingo pasado, en el que apoyó el discurso de Manuel Baldizón en cuanto a denunciar “acciones intervencionistas” de la comunidad internacional, eufemismo para decir lo molesta e incómoda que es la Cicig, tanto para Pérez Molina y su PP, como para Baldizón y el partido Líder. Además, arremete en contra de los empresarios para activar a sus mastines “populares”: Joviel Acevedo y la Conic.

Entonces, ojo con las negociaciones con embajadas, y tengamos claro que renunciará solo como resultado de una presión insoportable, que, cual rata, lo acorrale hasta el último rincón de su guarida.

Publicado el 26 de agosto de 2015 en www.s21.com.gt por Ricardo Barrientos
http://www.s21.com.gt/manifiesto/2015/08/26/antejuicio-trinchera-kaibil-corrupto

No Responses

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


The reCAPTCHA verification period has expired. Please reload the page.