No les toca…

… No importa cuánto les haya costado.
 
Guatemala vive el inicio de un cambio de época. Son obvias las señales del principio del fin de un sistema y se vislumbran las primeras muestras de cambio. Son esos minutos de transición entre la oscuridad de la noche y las luces del nuevo amanecer. La oscuridad sigue reflejándose en las reacciones de muchos de los políticos tradicionales y de los candidatos trasnochados. La convicción de la ciudadanía, a través de manifestaciones pacíficas, de campos pagados en los medios de comunicación, de propuestas en las mesas de la sociedad civil, son muestras claras de este nuevo amanecer.

Todo cambio trae resistencias y temores. Las resistencias son difíciles de vencer. Los que creen que les toca, han gastado millones de quetzales para alcanzar sus objetivos. Han hecho pactos por doquier. Han abierto las puertas de su agrupación política a toda clase de personajes ambiciosos que conocen los trucos, los extravíos y las fallas que les permiten lucrar dentro de este sistema viejo y anquilosado. Son expertos en prometer cambios de forma y no de fondo. Entienden bien el concepto del que reparte se queda con la mejor parte. En síntesis, son quienes apostaron por la oscuridad y no pueden pensar, ahora que imaginaban les tocaba su turno, que se termine la fiesta. Se sienten traicionados, en especial por el MP y la CICIG. Qué se han creído estas entidades; cómo se han atrevido a desafiar al sistema.

Ellos, los defensores del sistema que agoniza, han estado acostumbrados a usar la ley a su favor, como arma de intimidación y de amenaza ante sus adversarios y detractores. Hay ejemplos claros de periodistas que han sufrido sus demandas, sus calumnias y sus atropellos por publicar información que les molesta, por evidenciar sus abusos y corrupción, o por denunciar la violación constante a la Ley Electoral por más de tres años. Ahora, el juego ha cambiado bruscamente. La ley los persigue y los acosa. Las investigaciones del MP y de la CICIG, que usando evidencias de documentos y de conversaciones telefónicas, se transforman en denuncias formales que buscan iniciar procesos judiciales, son su pesadilla. De hecho, podrían causar su marginación del proceso electoral vigente, al igual que ha acontecido con algunos candidatos a Alcaldías o Diputaciones. Sus cartas desesperadas son acusar al oscurantismo de sus ataques, declararse víctimas de persecución política o amenazar con movilizar masas de gente a las calles y plazas de la Ciudad. No hay argumentos, lo de ellos son cortinas de humo.

No entienden el cambio de realidad. La ciudadanía ya ha decidido que no les toca. Que basta ya de permitir el viejo sistema y sus abusos. Se desea construir un nuevo sistema, diferente y transparente. Una democracia al servicio de la ciudadanía y no de los intereses mezquinos de algunos políticos. No está claro a quién le toca. Lo que está claro es que la realidad ya no es la misma. Y no importa cuánto les haya costado… ya no les toca.

Publicado el 27 de julio de 2015 en www.elperiodico.com.gt por Richard Aitkenhead Castillo 
http://elperiodico.com.gt/2015/07/27/opinion/no-les-toca/

No Responses

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


The reCAPTCHA verification period has expired. Please reload the page.