El inicio del fin de la impunidad

Estamos viviendo en un país donde, hasta ahora, cualquiera que quería cometer algún crimen generalmente se salía con la suya. Por eso es que tenemos tan alta tasa de homicidios pero también por eso es que nuestro país es uno de los más corruptos del mundo.

La impunidad ha hecho que las personas que cometen crímenes los hagan incluso en forma descarada y descuidada. Es lo que ha pasado con varios gobiernos, pero se ha acrecentado desde el gobierno de Álvaro Colom sobre todo con los programas sociales que manejaba su entonces esposa, Sandra Torres, con la famosa “Bolsa Solidaria”. El gobierno de Otto Pérez Molina cambió el nombre a “Bolsa Segura” pero fue más de lo mismo. A eso hay que sumarle las entregas de fertilizantes que fueron potencializados en época de Alfonso Portillo, y muchos otros programas que desde su inicio fueron un botín para sus creadores.

Además, con la impunidad campeante, quien no se aprovechaba de la situación era un “baboso”. Por ello, ahora vemos caer gente de diferentes ministerios, instituciones y hasta la vicepresidencia de la República, porque se sintieron seguros al robar ya que no pasaría nada. Y es que: “En arcas abiertas hasta el justo peca”. Lo mismo pasa ahora en el Congreso de la República donde la Cicig y el Ministerio Público, apoyados por los embajadores de Estados Unidos y la Comunidad Europea, apoyados por una gran mayoría de verdaderos ciudadanos guatemaltecos que buscan el fin de la impunidad, han emprendido una serie de investigaciones descubriendo que también hay anomalías y corrupción de algunos de los diputados. Pero la investigación no para aquí. Ha seguido, incluso, hasta encontrar que varios candidatos a diferentes puestos en las próximas elecciones también tienen cuestionamientos.

De pronto, los guatemaltecos sentimos que estamos viviendo el inicio del fin de la impunidad. Quienes hasta ahora se sentían poderosos robando y saqueando por donde se pudiera, ahora ponen sus barbas en remojo cuestionándose “pero si siempre ha sido así, ¿por qué a mí?”. Y la reacción es emprenderla contra quienes les están cerrando esas fuentes ilícitas de financiamiento y enriquecimiento.

La actitud debería ser otra. Ante la mayoría de guatemaltecos que deseamos ansiosamente vivir en un país sin corrupción, los señalados deberían aclarar su situación ante los tribunales de justicia sometiéndose a los mismos. También el sistema de justicia se ha estado depurando, pues ya hay jueces y abogados señalados y sus casos están en investigación.

El ser señalado no significa que una persona sea culpable. Hay que dar el beneficio de la duda y permitir que los acusados puedan demostrar su inocencia siguiendo el debido proceso ante los tribunales. Si estos demuestran que hay delito entonces que los condenen. Hasta entonces, quienes no tenemos acceso directo a todas las evidencias podremos afirmar con certeza que estas personas eran culpables. Esto no quiere decir que no se sepa que ha habido y hay aún corrupción en casi todos lados. “Cuando el río suena es porque piedras lleva”.

Los señalados y sus partidos políticos están ahora atacando de regreso a las entidades que los señalan. Era de esperar. Es parte del proceso. Sea como sea, deberán dilucidar sus acusaciones en los tribunales y no en las calles impidiendo el derecho a la libre circulación de los guatemaltecos, y menos con manifestaciones de acarreados (gente pagada) para hacer bulla y fastidiar. De hecho, considero contraproducente este tipo de manifestaciones porque quienes son precisamente los que necesitan trabajar, ir al colegio, a una cita médica, o a donde sea, se ven seriamente afectados por los famosos “bloqueos”. Sea como sea, estamos viviendo el inicio del fin de la impunidad y se debe seguir adelante.

Publicado el 22 de julio de 2015 en www.21.com.gt por Ramón Parellada
http://www.s21.com.gt/hacia-libertad/2015/07/23/inicio-fin-impunidad

No Responses

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


The reCAPTCHA verification period has expired. Please reload the page.