Bloqueos de carreteras: el patético intento de escape de Pérez-Molina

Patadas de ahogado para manipular a la población de la capital.
 
El pasado viernes, la población capitalina fue objeto de un ataque a la ciudadanía de una manera estrepitosa y de niveles sin precedentes. Miles de personas llegaron tarde, perdieron su entrevista, su reunión, su cita o no lograron abrir su negocio. Un verdadero caos y desesperación llenó de rabia, indignación e impotencia a miles y miles de capitalinos.


Ese día, las autoridades señalaron como responsables de los bloqueos a la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (Conic) y al líder del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), Joviel Acevedo.

Inmediatamente, Juan Tiney, representante del Conic, desmintió esa versión y tomó distancia de las manifestaciones advirtiendo que ellos ni convocaron ni apoyaron, y de hecho ni sabían que había un plan de bloqueos.

El Centro de Medios Independientes (CMI) publicó en sus redes sociales que tal organización no existe, que podría tratarse de una asociación de “cartón”.

Tal y como señaló Sofía Medina en Nómada: “en uno de los puntos se observó a una patrulla y agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), con conos anaranjados bloqueando la vía. Algo nunca antes visto. Era la policía quien estaba haciendo los bloqueos. Este viernes, de manera histórica, se les observó como cooperadores más que encargados de resguardar la seguridad.

El mismo día, la comunidad de estudiantes de la Universidad del Valle señaló que el grupo de manifestantes que bloqueó los principales puntos de ingreso a la ciudad no son parte del movimiento campesino pero que era al contrario “una medida desesperada del Gobierno” y que solo buscaba dividir a la población a la que le teme hoy en día.

Es un hecho irrefutable que el propio gobierno de OPM es el responsable de los bloqueos, primero por la falta de información, segundo por inventar una organización y tercero, porque tal y como lo señalan los campesinos, no fueron ellos quienes convocaron a tal bloqueo.

La reacción del Poder Ejecutivo -como de democracia y gobernabilidad no sabe nada, solo sabe de impulsos militares- buscó y logró manipular a la clase media y alta del país, picándoles en el botón que más les molesta a los ciudadanos urbanos trabajadores: los bloqueos de carretera y el chantaje.

La lógica o estrategia detrás de esto, ni requiere de la mal llamada “inteligencia militar”, solo busca la clásica estrategia para dividir y polarizar a la población que se le echa encima a este gobierno de ladrones: agitar la banderita del “campesino bochinchero” para que la clase media y alta -que por primera vez desde hace mucho tiempo había salido a las calles en contra de la injusticia y la corrupción- le agarre odio contra “los campesinos que bloquean carreteras, los mismos de #JusticiaYa”.

Patadas de ahogado para manipular a población de la capital para que ya no sea parte del movimiento social que hemos forjado a fuerza tras la revelación del caso de La Línea y demás sucesos insólitos.

Da pena ajena ver cómo ciertos medios irresponsables alineados al poder, se encargan de darle difusión y reproducción al mensaje malicioso y estratégico. Las redes se llenaron de comentarios racistas hacia los campesinos. A Gloria Álvarez solo le faltó gritar a los campesinos que se largaran, en vez de informarse profesionalmente y cuidadosamente sobre los responsables del ataque a la ciudadanía. Miles de twits insultando a los campesinos y otros a la comunidad internacional dizque por ser ellos los supuestos responsables de “manipular y acarrear campesinos” que causan los bloqueos.

Las sociedades modernas y democráticas se caracterizan entre otras cosas por su capacidad de discutir y disentir. En las sociedades dogmáticas donde se repite que “la realidad es una e indiscutible”, para evadir el debate de ideas, muchos no tienen otro recurso que el de la “lógica de dividir”. Y detrás de esa lógica, hay un intento de silenciamiento de las ideas.

Son estos los recursos ideológicos que el poder utiliza (repitiendo que son campesinos acarreados) para reproducir su ofensiva contra la población.

La incapacidad de debatir y el intento del silenciamiento del pensamiento y de las ideas no cabe en la sociedad que buscamos construir.

Queremos un Estado democrático, es decir, un nuevo Estado con una nueva Ley Electoral y de Partidos Políticos en la que pudiéramos contar con una buena Asamblea Constituyente con instituciones democráticas; y en ello y desde ello refundar la cultura política del país.

La fuerza está de nuestro lado. La polarización de la población que ciertos medios irresponsables buscan hacer no la permitiremos. Guatemala está unida, no cederemos a la división que busca hacer en nosotros el poder.

Preferimos llegar tarde al trabajo que heredar a nuestros hijos un país tomado por ladrones, narcos, corruptos sin vergüenza. Guatemala despertó de su letargo y en sus aguas se fragua la esperanza de construir entre todos otra realidad para los que vendrán después de nosotros.

Un Gobierno que cuando lo cachan con las manos en la masa, hace todo lo posible para quitar a la CICIG primero, sacar a la Comunidad internacional, y cuando ya no puede tapar más cosas y que el pueblo exige su renuncia, pone camiones y policías para cerrar la ciudad, atacando a la ciudadanía, para que culpen a los campesinos, un Gobierno así de odioso y repulsivo en verdad debe inmediatamente dimitir.

Publicado el 08 de junio de 2015 en www.elperiodico.com.gt por Marcela Gereda 
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150608/opinion/13464/Bloqueos-de-carreteras-el-pat%C3%A9tico-intento-de-escape-de-P%C3%A9rez-Molina.htm

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