“En mi pintura, desde los años sesenta, ha existido una evidente relación con el formalismo y la simbología de los mayas”- César Izquierdo- 1989.

El arte guatemalteco está de luto por la pérdida de este artista visual. Prensa Libre dio un espacio para que varios artistas y periodistas emitieran opinión acerca del artista y su obra.

“Su obra pertenece a un momento de cambio en la plástica de Latinoamérica. Él fue representante del posmodernismo en Guatemala y Nicaragua, a través de la exploración de técnicas informalistas. También era un gran investigador de la Filosofía y el arte”, comentó Guillermo Monsanto, crítico de arte. Agregó que su estilo fusionaba abstracción y expresión.

Para María Eugenia Gordillo, periodista y promotora cultural, el fallecido artista tenía un trazo imposible de imitar.

“El legado de César es magnífico y único, ya que sus piezas con textura realzada cambiaron la forma de ver la plástica, puesto que estábamos acostumbrados a técnicas como óleo y tinta. La texturas de sus pinturas marcaron un hito en su época”, explicó.

De acuerdo con el maestro Ramón Ávila, la producción de Izquierdo fue una demostración de vanguardia y libre expresión. “Creo que su estilo para plasmar relieves tenía mucha novedad y un toque muy personal. Él no tomó en cuenta los dogmas sociales y trabajó con mucha libertad”, destacó.

“Su obra es una esencia de la creatividad y la originalidad. Eso lo hizo destacar dentro y fuera del país”, afirmó el artista plástico Manolo Gallardo.

De acuerdo con el creador visual Luis Díaz, la pintura de Izquierdo siempre tuvo una técnica informalista, la cual quedaba sugerida con pliegues y texturas de color parco.

Para Izquierdo, nacer en Santa Cruz del Quiché, el 18 de abril de 1937, fue determinante para el simbolismo que plasmó en cada pieza. “Esa ciudad fue el último baluarte patrimonial que sobrevivió a la Conquista. De manera que, si el primer aire que oxigenó mis entrañas estaba impregnado de esas vibraciones, mi afinidad con lo maya es asunto congénito”, escribió en 1989, en el ensayo titulado Izquierdo X Izquierdo.