Grave desequilibrio fiscal a la vista

Militantes tributarios y politiqueros se montaron en nuevos impuestos y regalías (bajo la falsa creencia de que estas eran tributos), para supuestamente reanimar la alicaída recaudación tributaria, y en un nuevo multimillonario endeudamiento público, que, de cualquier manera, terminará siendo insuficiente por mucho para cubrir el déficit fiscal desaforado que se anticipa para el 2015.

Sin embargo, los politiqueros solo piensan en despilfarro, derroche, saqueo y corrupción. Indudablemente, sus celebraciones por el éxito presupuestario alcanzado se prolongarán durante todo el mes de diciembre y buena parte del próximo mes de enero, entre guaro, comida y francachela, hasta hartarse. “Jodimos al sector privado, trabamos a los usuarios de los teléfonos, chingamos a los constructores y nadie dijo ni pío, ja, ja, ja” es la “chacota” que alegra el “parrandón” politiquero.

“A gastar más se ha dicho, sin que nos tiemble la mano”, “quién dijo miedo”, “y no que no”, “por manojos los agarramos”, son algunos de los alaridos jocosos que se escuchan decir a la “turba politiquera” y a los cooptados sindicalistas, que van a pasar una “Feliz Navidad”, a costa de los incautos e indiferentes guatemaltecos. “Así como colocamos a nuestra gente en las fiscalías y los tribunales, así colocaremos a nuestra gente en la Contraloría y sacaremos a la CICIG, y no pasa nada”, es el grito de guerra de los codiciosos politiqueros.

Pero la cosa se va a poner “color de hormiga”. La recaudación del IVA por importaciones no llegará a la meta feliz de la SAT, porque los precios de los productos importados (petróleo, gas, maíz, cereales, etcétera) están bajando y el contrabando se seguirá fortaleciendo en lugar de debilitarse. Al contribuyente tampoco le interesa pedir factura, porque se le quitó el incentivo, por lo que tampoco por esa vía aumentará la recaudación del IVA.

Los nuevos impuestos también desestimularán el consumo y las impugnaciones no tardarán en llegar porque las normativas una vez más son de pésima manufactura. Los militantes tributarios simplemente no entienden que no entienden. La contracción económica tampoco hará productivo al ISR. Luego, habrá que echar mano de más préstamos para cubrir el déficit fiscal, hasta que la deuda pública nos explote en la cara a todos.