Malos supuestos

presupuesto 2015  Guatemala

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Estamos a pocos días de que se venza el plazo para la aprobación del presupuesto de malgasto de los politiqueros. A ello hay que añadir la presión del Ejecutivo para aprobar también los bonos por Q4 mil millones. A como se ve la situación, lo más probable es que no se apruebe el presupuesto y que tampoco se aprueben los bonos. ¿Estamos en una crisis? Todo lo contrario. Yo considero que esta es una muy buena oportunidad para empezar a hacer cambios que realmente tengan un efecto beneficioso para todos los guatemaltecos. Casi todos los políticos siempre van a querer más dinero. Son muy pocos los países que han operado alguna vez con superávit fiscal, y los que lo han logrado ha sido por poco tiempo. La norma es que los gobernantes gasten más dinero del que logran quitarles a los tributarios.

No importa cuál sea la dichosa carga fiscal, sea poca sea mucha, los gobernantes siempre encontrarán alguna excusa para gastar más. No me crea a mí, revise las cifras de cualquier país en el mundo. No importa si lo que logran quitarles a los tributarios está cercano al 10, al 30 o al 50 por ciento; los gobernantes de todos modos gastarán más.

Y Dios guarde se le ocurra a alguien proponer reducciones en el gasto, por mínimas que sean, porque los gobernantes rápido sueltan el llanto, la desesperación y los insultos, pintando un escenario apocalíptico. Las reducciones están fuera de toda discusión para los políticos. No importa en qué ni para qué, lo importante es que el gasto suba todos los años.

 Pero los escenarios dantescos que pintan los políticos son falsos. El mejor ejemplo se acaba de dar hace un par de años en Estados Unidos, cuando en el Congreso aprobaron un recorte “draconiano” —según ellos, aunque en realidad era ínfimo comparado con el presupuesto federal—, bajo la creencia de que antes de que entrara en efecto se pondrían de acuerdo ambos partidos y el recorte no se llevaría a cabo. Pero pasó el tiempo, no se pusieron de acuerdo y el recorte de gastos entró en vigencia.

Antes de que sucediera, muchos políticos, tecnócratas y burócratas se rompían las vestiduras lamentándose de que Estados Unidos casi que iba a desaparecer del mapa por el recorte de gastos. Hicieron la gran alharaca, pero a la hora de la hora, nada pasó. Se hicieron los recortes y todo siguió funcionando como si nada. Ahora, un par de años después, los gobernantes hasta se jactan de que han “reducido” el déficit fiscal, pero no mencionan que fue contra su voluntad.

En nuestro caso, esta es la oportunidad para reducir el presupuesto o, por lo menos, evitar que crezca. También hay que aprovechar para ponerle candados, de tal suerte que quienes lo ejecuten no puedan contratar el noventa por ciento a dedo. No guardo tantas esperanzas de que se reduzca la corrupción, pero por lo menos que los gobernantes no tengan tanto de donde robar.

Así que usted no se crea los cuentos de que el país se va a ir al despeñadero si no se aprueban los bonos o el presupuesto como ellos lo quieren. Al contrario, es la oportunidad para sanearlo, aunque sea un poco.

 

Publicado el 19 de noviembre de 2014 en www.prensalibre.com por Jorge Jacobs
http://www.prensalibre.com/opinion/Malos-supuestos_0_1251475138.html
 

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