Es urgente frenar el caos

Por otro lado, se ve a una Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) debilitada y cuyos números se suman a esa sensación de desesperanza. El mismo intendente de Recaudación reconoció que, en datos preliminares a octubre de este año, la brecha fiscal se amplió a Q2 mil 102 millones.

No hay duda de que existe una crisis, pero la clave no está en verla como una situación emergente, sino el resultado de años de descuido, no solo en el tema tributario, sino también en la administración del Estado. Los temas para los cuales hoy se exigen recursos son, de igual forma, problemas añejos. Desde hace mucho tiempo, la red hospitalaria se ha visto afectada por la escasez y la miseria, y temas agrarios, de peso para el país, no han logrado avanzar también porque no se materializan y permanecen en papel de los planes de gobierno. De nuevo, todo apunta a una histórica deficiente planificación, lo cual deriva en la falta de claridad en las prioridades.

Provial destacó que fueron 21 los puntos en todo el país que se vieron afectados por la jornada de protestas, la cual podría extenderse, incluso, hasta el jueves. Mientras campesinos exigen derogar ciertas leyes y aprobar otras, los salubristas apuntan a que las autoridades respondan por las carencias en salud y garanticen el pago de salarios. El Congreso es, sin duda, el ente que se encuentra con más presión, pero el Estado, en su conjunto, debe responder a esta crisis que ya no es solamente económica, sino social.

El problema no puede verse únicamente como un asunto de dinero, sino como la oportunidad para mejorar toda la plataforma de planificación que también apunte a superar la recaudación. De igual forma, para encontrar una respuesta a este conflicto que afecta a todo el país, es necesario quitarse los logotipos partidarios y apostar por una respuesta técnica y consensuada. Guatemala se ha visto afectada por conflictos de interés y por divisiones ideológicas, cuando lo que realmente hace falta es tener una verdadera visión de país.