Estuardo Zapeta

Guatemala es una sociedad corrupta. Así lo es Gotham. Esta tierra es una sociedad de villanos. Así lo es Gotham. Guatemala es un pueblo al borde del abismo, dirigido por corruptos políticos, insegura, y el juego y territorio de pingüinos y de acertijos. Así es Gotham.

Gotham tiene esa mujer poderosa, corrupta; sí, esa que su negocio es un putero de mujeres entrenadas para asesinar y cumplir los deseos lésbicos de la “mano dura” que ella impone. Así es Guatemala. El problema, aclaro, no es de género, ni de preferencia sexual, sino de abuso de poder. ¿Le suena parecida la historia? Estoy hablando de Gotham.

Guatemala tiene políticos corruptos que se embarcan en guerras territoriales con achichincles que esperan que les caiga una moneda de los negocios que sus “jefes de jefes” hacen, pues igual en Gotham.

Los políticos de Gotham son tan mierda como los de Guatemala. Ahí siguen las similitudes de ambos universos paralelos.

La única diferencia es que Gotham es ficción y Guatemala es realidad. Esa realidad suya y mía. Esa realidad que sufrimos todos los días.

Los villanos allá son ficción. Aquí son realidad, y muchos de ellos en poder que los cubre como manto de impunidad.

Pero Gotham tiene a los Wayne. Guatemala no. Gotham es una sociedad enferma diseñada en la mente de cualquier torcido productor. Guatemala es parte de esa realidad suya y mía que presupone silencios largos de ciudadanos callados, asustados y atormentados por el poder que los manda a silenciar.

Incubadora de villanos ficticios es Gotham. Cuna de villanos verdaderos es Guatemala. Sí, esos que elegimos cada cuatro años con la esperanza que “tal vez este o esta salgan buenos”, y la realidad que uno sale peor que el anterior, ya que corregido y aumentado somete a la misma sociedad que lo eligió e sus sucios deseos. Así es en Guatemala.

Porque Gotham es una sociedad que se destruye desde adentro. Guatemala también. Con tanta mara, con tanto asesinato, con tanto robo, es la mafia la que domina Gotham. Ah, y Guatemala también.

Quién podrá soportar semejantes sociedades. Quién puede vivir la ficción dentro de la realidad, o la realidad dentro de la ficción, pues usted y yo, estimada lectora, estimado lector.

Con la única diferencia que Gotham es la antesala para el nacimiento de uno de los héroes más grandes de DC Comics. Y Guatemala, que sí parece un “cómic”, no tiene héroes, solo Acertijos, Hiedras y Guazones.

Gotham va a su redención. Guatemala va a su autodestrucción. El tiempo volará pero en Gotham, en Guatemala parece el de esos círculos eternos de villanos que se repiten, de mafiosos que se ríen de la desgracia nacional, pero que siempre resultan electos por la misma mano que luego empuñamos para quejarnos.

Tanto en Gotham como en Guatemala somos los votantes los culpables. Pero Gotham tiene las los “Wayne”, Guatemala no. Gotham se alimenta en la ficción de la mente de algún productor imaginativo. Guatemala se alimenta en la sangre y en la muerte de 34 muertos por cada 100 mil habitantes. Allá es ficción. Aquí es guerra.