Seguridad es prioridad

El Gobierno debe ser capaz de definir las prioridades.
 
Con el ENADE 2014, el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, dejó una lista de recomendaciones para el país, tomando en cuenta las cifras sobre Guatemala que él y su equipo analizaron durante varios meses previos al evento del pasado 9 de octubre.

 

De este listado, tal vez la que más controversia ocasionó fue la necesidad de priorizar la seguridad sobre otros temas de la agenda pública, incluso por encima de programas con finales sociales orientados a la educación, la salud, el deporte o la cultura. Eso fue lo que él hizo en Nueva York, bajo la consigna de que la función de los gobernantes es definir prioridades, y la seguridad era el principal reto que tenía su gestión.

Después de analizar el presupuesto general de ingresos y gastos para Guatemala, la seguridad y la justicia no se encuentran dentro de las prioridades del Gobierno, a pesar de ser el problema que más agobia a los guatemaltecos de acuerdo con diversas encuestas de percepción. Esta realidad implica que la voluntad política no es consistente con el anhelo de dar respuesta a una condición que debe ser previa a cualquier proceso de desarrollo, la preservación de la vida y el patrimonio personal.

Según cifras del Instituto para la Economía y la Paz, el costo más significativo para el país en relación con la seguridad es la pérdida de la inversión social realizada en las personas que fueron víctimas de la violencia homicida, una inversión que nunca se recupera. Este costo incluye una referencia directa al monto total de la inversión pública realizada en un ciudadano, comprendiendo el sistema educativo, cultura, deporte, sistema de salud e infraestructura básica, como agua, saneamiento, energía eléctrica y conectividad. Este rubro consume el 2.27 por ciento del PIB del país cada año (el costo total de hacer frente a la violencia es 8.7 por ciento del PIB), y se estima según la inversión realizada durante los años previos a la muerte de la víctima, contemplando la edad promedio a la que sucede este hecho en cada país y el número de homicidios registrados por la fuente oficial.

La lección que nos deja el exalcalde Giuliani es que la inversión en programas sociales es importante, pero viene después de que se garantiza la seguridad a las personas. De nada sirve elevar la calidad educativa, invertir en programas deportivos y culturales, contar con mayor disponibilidad de medicinas o mejorar la infraestructura básica, si las personas mueren por causa de la violencia. La inversión en seguridad es la base del desarrollo, y los programas sociales le dan continuidad. Ambos son importantes, pero garantizar la seguridad de los guatemaltecos debe ser la primera prioridad.

Publicado el 14 de octubre de 2014 en www.elperiodico.com.gt por Jorge Benavides 
http://www.elperiodico.com.gt/es/20141014/opinion/3295/Seguridad-es-prioridad.htm

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