Niñez sin fronteras

Esta semana pasada que estuve en Washington, el gran debate noticioso en Estados Unidos y en México ha sido el tema de los niños y niñas que atraviesan la frontera sin ser acompañados por algún adulto. Estos niños viven horrores en su trayecto, tanto de agotamiento y de clima. Como el niño que recientemente murió de sed en los desiertos, sufren vejámenes y abusos por los coyotes e incluso las posibilidades de secuestro para explotación sexual por el crimen organizado que se dedica a la trata de personas. Este trágico fenómeno no es nuevo, se ha dado por muchos años. Los padres o familiares de estos niños que han logrado llegar a Estados Unidos tratan de reencontrarse con ellos.

Lo que marca este momento es el incremento desmedido de los casos, casi cincuenta y dos mil niños atraviesan la frontera este año, según algunas estadísticas. No se sabe qué provocó este repentino incremento. La tragedia humana se ha acentuado y las autoridades de los países no saben qué medidas tomar para resolver el tema ni qué garantías darles a los niños con un trato humanitario conforme a sus derechos universales.

Se especula que este fenómeno se debe a que las autoridades migratorias en Estados Unidos que detienen a estos niños indocumentados en la frontera tienen, por ley, que trasladarlos a una autoridad de niñez dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos, lo cual implica llevarlos a otras partes del territorio, e incluso buscar a los padres o familiares cercanos y luego citarlos para que se presenten de acuerdo con el orden en que sus expedientes son procesados.

Este hecho ha sido aprovechado por los coyotes y bandas de tráfico de personas para persuadir a los familiares en los tres países del norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) a que envíen con ellos a sus niños a sabiendas de los vejámenes que sufrirán en el camino. La otra teoría es que se ha creado expectativa por la reforma a la Ley Migratoria del presidente Obama, que tiende a legalizar a quienes ya han vivido y trabajado en Estados Unidos algún tiempo, pero que hará más difíciles los trámites migratorios y el simple cruce de la frontera hacia el futuro. También se analiza que el fenómeno puede ser producto del incremento de la inseguridad física y legal, así como de la violencia en nuestros países, que genera una actitud de desesperación en las familias, pues no encuentran oportunidades de desarrollo para sus hijos e hijas.

Creo que en las zonas rurales la población desesperada envía a sus hijas e hijos solos, motivada por el sentimiento de inseguridad y de frustración y por las condiciones de violencia en nuestra región.

En todo caso, se están proponiendo medidas de emergencia, lo que no solo es inhumano, sino que tampoco resuelve el problema. La propuesta a las autoridades en Washington es que todos los Estados de la región inviertan en temas de desarrollo rural, creación de empleo y prevención de la violencia juvenil como la única alternativa real de enfrentar el problema.

 
Publicado el 03 de julio de 2014 en www.prensalibre.com por Frank La Rue Lewy
http://www.prensalibre.com/opinion/Ninez-fronteras_0_1168083191.html

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