Toxinas en maíz dañan la salud

Un estudio realizado en ocho municipios del país reflejó que un 70 por ciento tiene una alta exposición a toxinas por el consumo del maíz  contaminado por hongos.
El estudio fue elaborado por USAID, CRS y Sesan relacionado con la desnutrición. 

La aflatoxina y la fumonisina son toxinas que se dan en el maíz con un mal proceso de secado, que afecta a menores y adultos que lo consumen, puede producir cáncer hepático, cirrosis, problemas renales, alergias y enfermedades digestivas, así como problemas de espina bífida.

Un estudio realizado en ocho municipios del país dio a conocer que de una muestra estudiada, aproximadamente 1,200 personas tienen una alta exposición a estas toxinas, mediante el consumo de maíz contaminado por hongos.

El estudio se realizó ante la alta incidencia de casos de prevalencia de desnutrición crónica en estos ocho municipios con porcentajes del 91.4 al 77.7 por ciento de desnutrición de la población de estos lugares.

Según Luis Enrique Monterroso, secretario de la Secretaria de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), “la inquietud surge ante la alta frecuencia de niños con complicaciones genéticas, por lo que se iniciaron los análisis correspondientes”, agregó, además, que este problema se presenta en todo el país.

En la fase de poscosecha, este hongo se desarrolla en el maíz cuando se almacena a niveles de humedad no adecuados, lo que posteriormente tiene implicaciones nutricionales que afectan la salud.

Según las investigaciones realizadas por la Sesan, en promedio el 70.3 por ciento de madres con niños menores entre los seis y 24 meses consume diez libras de maíz semanalmente, en el caso de los menores consume aproximadamente 1.3 libras.

Mientras mayor sea el consumo de este grano básico más riesgo se tiene de adquirir una de estas enfermedades, situación que se da desde hace 50 años atrás.

Posteriormente a esta investigación realizada, se espera que el Ministerio de Salud Pública en conjunto con el Ministerio de Agricultura establezca una política de atención a esta problemática.

Julio Cabrera, genetista participante en el estudio, explicó que estas toxinas reducen la capacidad de absorción de nutrientes en el cuerpo, dañando especialmente a los recién nacidos.

Agregó Cabrera que este tipo de problemas son prevenibles tomando acciones después de la cosecha, pues durante los últimos 50 años la cantidad de casos de niños con problemas genéticos se ha incrementado.

El maíz es parte de la dieta de todos los guatemaltecos, por lo que es necesario un cambio cultural en el manejo del grano, dijo el secretario de la Sesan.

Con este trabajo se espera obtener una estrategia de prevención para trabajar con los agricultores y evitar que el maíz almacenado contraiga estos hongos dañinos para la salud.

Publicado el 24 de abril de 2014 en www.elperiodico.com.gt por Sara Melini
http://www.elperiodico.com.gt/es/20140424/pais/246194/

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