la más importante es la de prevención. Debe haber una relación conceptual entre la prisión y la rehabilitación, especialmente en los centros de institucionalización de adolescentes en conflicto con la ley o de jóvenes que han cometido delitos menores.
Por otro lado, quedó claro que la impunidad de los actos de corrupción y de abuso de autoridad de funcionarios y funcionarias públicas son también un aliciente para que los jóvenes piensen que pueden quedar con impunidad si cometen delitos menores, lo cual los lleva a una espiral de delincuencia progresivamente más grave. Si grandes estafas quedan impunes o si se sabe que funcionarias y funcionarios se vinculan con el crimen organizado o se enriquecen en forma acelerada e inexplicable y quedan impunes, hacen pensar a todo joven que ellos también pueden quedar impunes de lo que hagan.
Fortalecer la justicia y erradicar la impunidad es una prioridad para garantizar la seguridad. Es por ello que este informe insiste en que las políticas de “mano dura” constituyen políticas violentas que solo generan más violencia y que la alternativa es fortalecer la justicia y, en particular, desarrollar planes de prevención. Estos planes de prevención implican que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes tengan acceso a la educación, al deporte y a competencias deportivas, a formación y actividades de arte y a todo lo que desarrolle sus habilidades y valores humanos y les permita hacer un uso positivo del tiempo libre. Por supuesto que esto requiere inversión del Estado, pero se justifica con creces con los resultados en disminución de la violencia y la delincuencia.
En la presentación de este informe, el presidente y el ministro de Gobernación se dieron por ofendidos, como insistiendo en que el informe tiene datos desactualizados y que “mano dura” solo era un eslogan de campaña, pero se olvidan de que eso es precisamente lo que implica una campaña política, compromisos reales y políticas definidas que se implementarán durante los cuatro años de gobierno. Hoy no pueden quitarle importancia a lo que equivocadamente fue su planteamiento principal.
También cabe preguntarse ¿por qué se suspendió el Programa de Escuelas Abiertas, que llegó a atender con actividades de formación deportivas y artísticas a unos 278 mil niños, niñas adolescentes y jóvenes por fin de semana, sin haber explicado las causas y haber generado programas alternativos? Escuelas Abiertas ha sido el mejor programa de prevención de la violencia que Guatemala ha tenido y que urge restablecer a la mayor brevedad, sin importar el nombre que se le ponga.
Publicado el 23 de enero de 2013 en www.prensalibre.com por Frank La Rue Lewy http://www.prensalibre.com/opinion/opcion-prevenir_0_1071492862.html
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