Miguel Delgado y María Teresa Chiroy (izquierda) junto con un grupo de líderes sindicalistas se reunieron con Otto Pérez y Roxana Baldetti, en octubre 2011, luego de pasar a la segunda ronda electoral.
“Los sindicatos deben convencer al mundo entero de que no luchan por sus intereses personales, sino por la liberación de millones de hombres oprimidos”, pregonaba el filósofo Carlos Marx en 1864, cuando apoyaba la creación de la Asociación Internacional de Obreros, la primera central sindical del mundo.
El ideólogo de la clase obrera tenía ya presente que los sindicatos eran el arma de combate de los trabajadores organizados para lograr salarios justos y mejores condiciones laborales y, por lo tanto, muchos patronos intentarían controlarlos.
Una idea que replica Juan de Dios de la Cruz Rodríguez López, presidente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), quien ha logrado “comprar” al Sindicato de Trabajadores (STIGSS) para perseguir sus intereses mediante el otorgamiento de beneficios colectivos y aumentos salariales a sus principales dirigentes: María Teresa Chiroy Pumay, secretaria de Actas, y Miguel Ángel Delgado López, secretario de Organización, quienes se han convertido en sus nuevos aliados.
Una señora morena, gordita, chaparrita, colochita y ojos achinados, es la nueva asistente de Juan de Dios. Aunque no se mantiene en dicha oficina ubicada en el 9no. nivel del edificio central del Seguro Social, su presencia se siente en todo momento entre los trabajadores y se ha convertido en los ojos y oídos de Rodríguez López.
Chiroy Pumay se desempeñaba hasta hace algunas semanas como Analista A en el Hospital del Seguro Social en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, donde devengaba un salario de alrededor de Q3 mil 500 mensuales; con la venia de Juan de Dios Rodríguez fue ascendida a Asistente Profesional de la Presidencia, con un sueldo mensual de Q14 mil 735.15, de acuerdo con un reporte de salarios de los directivos sindicales emitida por el Departamento de Compensaciones y Beneficios.
El nuevo sueldo de Chiroy Pumay contrasta con el de sus compañeros sindicalistas, quienes devengan salarios entre Q2 mil 656.16 y Q5 mil 985.12 al mes, así como el que percibe un médico graduado que suele recibir Q6 mil 500 bajo el renglón 029.
Se trató de indagar respecto de las razones del ascenso de Chiroy Pumay, el cual se hizo sin evaluación alguna y saltándose todas las escalas laborales; sin embargo, en su antiguo lugar de trabajo se informó que fue por “órdenes de la Presidencia”.
Según el Reglamento del Estatuto de Servicio Civil que se aplica en todas las entidades del Estado (incluido el IGSS), en su Artículo 26 se establece que para aplicar a un ascenso dentro de la misma institución se requieren varias condiciones: realizar una convocatoria para el puesto, calificación mínima de 70 puntos, verificar si el aspirante reúne las condiciones físicas, morales y psicológicas y otras requeridas para el desempeño exitoso del cargo como la experiencia académica y profesional.
El aumento de Chiroy Pumay no fue el único. El secretario de Organización del STIGSS, Miguel Ángel Delgado López, un agente de seguridad que labora en el Hospital Doctor Juan José Arévalo Bermejo de la zona 6, vio duplicar su salario de Q2 mil 195.62 a Q5 mil 985.12. Nada mal, si se considera que antes de la llegada de Juan de Dios Rodríguez a la presidencia del IGSS, estaba a punto de ser destituido por acudir a trabajar en estado de ebriedad, según el expediente 01173-2012-04341, el cual se encuentra en el Juzgado Décimo de Trabajo y Previsión Social.
Acercamiento con el PP
Decía Marx en la Ley de Unidad y Lucha de Contrarios que la realidad y la vida son contradictorias y todos los fenómenos que ocurren son resultado de la lucha de elementos contrarios que se hallan unidos en el mismo ser, siendo la causa de todo movimiento o cambio en la naturaleza, en la sociedad y en el pensamiento humano.
Pérez Molina , Baldetti y Rodriguez realizan un recorrido en el IGSS.Cómo se produjo este acercamiento entre el STIGSS y el nuevo presidente del Seguro Social, dos entes muchas veces antagónicos en su lucha e intereses?
En octubre de 2011, el Movimiento Sindical, Indígena y Campesino Guatemalteco (MSICG) recibió una carta del Partido Patriota en la cual se le invitaba a una reunión en la casa de campaña ubicada en la zona 10, con el ánimo de presentarles el plan de gobierno en caso de que el general Otto Pérez Molina ganara la Presidencia de la República.
El MSICG designó una comisión para participar en dicha reunión, la cual estaba integrada por la compañera Chiroy Pumay y Delgado López, se reunieron con Pérez Molina y Roxana Baldetti, quienes les manifestaron su interés por respetar la libertad sindical, la negociación colectiva y los derechos de los trabajadores del país.
Delgado ganó popularidad entre los trabajadores del IGSS al mostrar una servilleta firmada por Pérez Molina donde se comprometía a respetar la autonomía del IGSS.
El STIGSS siempre ha sido un sindicato combativo, hasta la llegada de Rodríguez López. El anterior presidente, Luis Reyes Mayén, estuvo enfrentado con sus directivos por su oposición a negociar ciertas cláusulas del Pacto Colectivo de Trabajo que consideraba onerosas y afectarían la salud financiera de la institución.
En cambio Rodríguez accedió a muchas de las propuestas del STIGSS, como un aumento de Q250 mensuales para los 15 mil 496 empleados del Seguro Social a partir de los 18 meses de entrar en vigencia el nuevo pacto, lo cual incrementará en Q46.4 millones anuales la planilla, y otros Q52.6 millones anuales por aumentos escalonados, y Q7.7 millones de un bono de aniversario de Q500 para cada trabajador.
Además, amplió de Q10 mil a Q15 mil mensuales (el nuevo salario de Chiroy Pumay) el monto máximo de pensión que pueden recibir los trabajadores del IGSS, y de 23 a 25 días hábiles el periodo vacacional (los empleados del IGSS gozan las vacaciones más largas de todo el sector público, prácticamente es un mes completo), lo cual ya empieza a generar complicaciones con los turnos y rotaciones de médicos y enfermeras (si antes en un turno había 12 enfermeras o médicos, cada uno gozaba de un mes completo de vacaciones, ahora por los dos días extras más un fin de semana no se cuenta con personal suficiente para cubrir dicha ausencia).
Y el sindicato logró negociar la inamovilidad laboral para los nueve integrantes del Comité Ejecutivo Central y cinco integrantes del Consejo Consultivo del STIGSS.
Al anunciarse el pacto en septiembre pasado, Delgado afirmó que no estaban conformes, pero aceptaron la propuesta porque la de Rodríguez es la primera administración que se sienta a escucharlos. Por este motivo, el STIGSS busca fondos para contratar la fabricación de un busto en honor de Rodríguez López.
Aunque estas cláusulas fueron presentadas como un éxito del STIGSS, algunas fuentes internas señalan que durante la negociación del Pacto el sindicato se alineó con Rodríguez y muchos de los artículos fueron cambiados sustancialmente en perjuicio de la estabilidad laboral de los trabajadores y sus derechos adquiridos (al principio el STIGSS enviaba las actas al Ministerio de Trabajo informando sobre los avances de las negociaciones, al final fue la gerencia del IGSS la que envía las actas y en la versión final del Pacto Colectivo se cambia el articulado negociado, según el expediente 1090-2002-1634 en el Juzgado Octavo de Trabajo y Previsión Social).
Acoso sindical
El sindicalismo revolucionario obliga al obrero a asumir las exigencias de la vida sindical. Sin embargo, ¿es compatible que un directivo sindical sea asistente del Presidente de la institución para la cual trabaja?, cuestionan algunos trabajadores del IGSS que ven incompatible la nueva posición de Chiroy Pumay, quien no solo no ha renunciado al cargo de Secretaria de Actas del STIGSS, sino que ha fortalecido su liderazgo sobre el mismo mediante promesas de ascensos o amenazas de traslados a hospitales del interior del país a aquellos trabajadores que no acaten sus órdenes.
Se comenta que ha ofrecido a varios de sus compañeros del STIGSS plazas para que sus hijas sean contratadas por el Seguro Social y ascensos para los directivos de las organizaciones filiales con el fin de afianzar su control sobre el sindicato.
Además, se verificó el caso del trabajador Pedro Aquino, quien fue trasladado de la capital al Hospital de Huehuetenango, por no acatar las órdenes de Chiroy Pumay.
Entre los mismos trabajadores del IGSS se comenta que Chiroy Pumay participa en las reuniones donde se define la adquisición de medicamentos mediante la creación de nuevos códigos y procesos de compra directa, así como qué proveedores serán los beneficiados. Además de cobrar Q50 al mes a los trabajadores del IGSS, para el supuesto mantenimiento del sindicato, argumentando los gastos legales incurridos.
elPeriódico trató de entrevistar a Chiroy Pumay para conocer las razones de su ascenso y si continuará siendo parte de la directiva del STIGSS; sin embargo, no respondió a las llamadas telefónicas realizadas y el personal de seguridad que custodia los últimos dos niveles del edificio central del IGSS, que se ha convertido en un búnker infranqueable gracias a una reja que bloquea el acceso a la Presidencia, le negó el ingreso a nuestros reporteros para tratar de ubicar a la sindicalista.
María Teresa Chiroy Pumay con cartel en mano, durante una protesta del STIGSS contra la gestión de Luis Reyes Mayén.
El arma de combate de la clase patronal
> El 28 de octubre pasado, el STIGSS publicó un campo pagado en medios de comunicación y redes sociales, en el cual atacaron a Jose Rubén Zamora, presidente de elPeriódico, quien hizo señalamientos de corrupción en dicha institución.
En el campo pagado, el Comité Ejecutivo del STIGSS defendió a Juan de Dios Rodríguez de todos los señalamientos de corrupción sobre su gestión, además de alentarlo a continuar las investigaciones en contra de los trabajadores que prestaron sus servicios al anterior presidente del Seguro Social, Luis Reyes Mayén.
Fuentes internas afirman que el STIGSS pagó las publicaciones con fondos obtenidos del Seguro Social.
El presidente del igss
> Juan de Dios Rodríguez fue juramentado como presidente del IGSS en abril de 2013. Su nombramiento levantó críticas sobre la idoneidad para el cargo.
Un año antes había sido designado como Secretario Privado de la Presidencia.
Rodríguez comenzó su carrera militar como soldado en el cuartel Justo Rufino Barrios, y luego llenó los requisitos para ingresar a la Escuela Politécnica, de donde se graduó en 1984. Algunos de sus compañeros de promoción son Estuardo Galdámez, diputado por Quiché postulado por el PP; Edy Fisher Arbizú, subdirector del Sistema Penitenciario; así como el capitán Byron Lima, sentenciado a 20 años por su participación en el asesinato de monseñor Juan Gerardi.
Publicado el 21 de enero de 2014 en www.elperiodico.com.gt por Editorial El Periódico http://www.elperiodico.com.gt/es/20140121/pais/241275/
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