Los chicos buenos viajan al extranjero

Mientras el presidente nombra al frente de consulados en ciudades clave a gente como el coordinador de pintura de la campaña patriota, o suma al servicio exterior asesores, candidatos a diputado o a alcalde, y a quienes no lograron reelegirse en la última contienda electoral, el gobierno trabaja en una propuesta para reformarlo.

Cuando una persona hace su currículum debe tomar en cuenta el tipo de trabajo que busca. Si desea laborar en el servicio exterior resaltará sus conocimientos en relaciones internacionales o leyes. Pero si quiere ser cónsul bastará con anotar que fue “coordinador de pintura y jornadas médicas durante la campaña electoral”. Después de todo, quien firmará su nombramiento será otro hombre de partido, el Presidente de la República.

Este es el caso de Ricardo Ismael Montes Maldonado, el cónsul de Guatemala en Ciudad Hidalgo, México. Se presentó como bachiller industrial y perito en mecánica que estudió la primaria en San Marcos, los básicos en la ciudad de Guatemala y el diversificado en Suchitepéquez. No explica qué hizo durante 13 años hasta que fue contratado para administrar la finca Argentina, a las órdenes del arquitecto Raúl Minondo, como él mismo especifica. Luego trabajó como agente viajero y a partir de 2009 se dedicó de lleno al proselitismo. Y al parecer, funcionó.

Es cónsul desde junio 2012, al igual que otros miembros del partido o excandidatos postulados por el Partido Patriota y que no lograron ser diputados, jefes ediles o la reelección. Ninguno necesitó experiencia en temas consulares para que los tomaran en cuenta. Bastó un curso intensivo impartido en el ministerio de Relaciones Exteriores como el que tomó Roberto Leva Rapela, productor de televisión argentino que apoyó al partido oficial durante la campaña, previo a partir como embajador a Uruguay en 2012.

Cuando una persona hace su currículum debe tomar en cuenta el tipo de trabajo que busca. Si desea laborar en el servicio exterior resaltará sus conocimientos en relaciones internacionales o leyes. Pero si quiere ser cónsul bastará con anotar que fue “coordinador de pintura y jornadas médicas durante la campaña electoral”. Después de todo, quien firmará su nombramiento será otro hombre de partido, el Presidente de la República.

Este es el caso de Ricardo Ismael Montes Maldonado, el cónsul de Guatemala en Ciudad Hidalgo, México. Se presentó como bachiller industrial y perito en mecánica que estudió la primaria en San Marcos, los básicos en la ciudad de Guatemala y el diversificado en Suchitepéquez. No explica qué hizo durante 13 años hasta que fue contratado para administrar la finca Argentina, a las órdenes del arquitecto Raúl Minondo, como él mismo especifica. Luego trabajó como agente viajero y a partir de 2009 se dedicó de lleno al proselitismo. Y al parecer, funcionó.

Es cónsul desde junio 2012, al igual que otros miembros del partido o excandidatos postulados por el Partido Patriota y que no lograron ser diputados, jefes ediles o la reelección. Ninguno necesitó experiencia en temas consulares para que los tomaran en cuenta. Bastó un curso intensivo impartido en el ministerio de Relaciones Exteriores como el que tomó Roberto Leva Rapela, productor de televisión argentino que apoyó al partido oficial durante la campaña, previo a partir como embajador a Uruguay en 2012.

Cuando una persona hace su currículum debe tomar en cuenta el tipo de trabajo que busca. Si desea laborar en el servicio exterior resaltará sus conocimientos en relaciones internacionales o leyes. Pero si quiere ser cónsul bastará con anotar que fue “coordinador de pintura y jornadas médicas durante la campaña electoral”. Después de todo, quien firmará su nombramiento será otro hombre de partido, el Presidente de la República.

Este es el caso de Ricardo Ismael Montes Maldonado, el cónsul de Guatemala en Ciudad Hidalgo, México. Se presentó como bachiller industrial y perito en mecánica que estudió la primaria en San Marcos, los básicos en la ciudad de Guatemala y el diversificado en Suchitepéquez. No explica qué hizo durante 13 años hasta que fue contratado para administrar la finca Argentina, a las órdenes del arquitecto Raúl Minondo, como él mismo especifica. Luego trabajó como agente viajero y a partir de 2009 se dedicó de lleno al proselitismo. Y al parecer, funcionó.

Es cónsul desde junio 2012, al igual que otros miembros del partido o excandidatos postulados por el Partido Patriota y que no lograron ser diputados, jefes ediles o la reelección. Ninguno necesitó experiencia en temas consulares para que los tomaran en cuenta. Bastó un curso intensivo impartido en el ministerio de Relaciones Exteriores como el que tomó Roberto Leva Rapela, productor de televisión argentino que apoyó al partido oficial durante la campaña, previo a partir como embajador a Uruguay en 2012.

Cuando una persona hace su currículum debe tomar en cuenta el tipo de trabajo que busca. Si desea laborar en el servicio exterior resaltará sus conocimientos en relaciones internacionales o leyes. Pero si quiere ser cónsul bastará con anotar que fue “coordinador de pintura y jornadas médicas durante la campaña electoral”. Después de todo, quien firmará su nombramiento será otro hombre de partido, el Presidente de la República.

Este es el caso de Ricardo Ismael Montes Maldonado, el cónsul de Guatemala en Ciudad Hidalgo, México. Se presentó como bachiller industrial y perito en mecánica que estudió la primaria en San Marcos, los básicos en la ciudad de Guatemala y el diversificado en Suchitepéquez. No explica qué hizo durante 13 años hasta que fue contratado para administrar la finca Argentina, a las órdenes del arquitecto Raúl Minondo, como él mismo especifica. Luego trabajó como agente viajero y a partir de 2009 se dedicó de lleno al proselitismo. Y al parecer, funcionó.

Es cónsul desde junio 2012, al igual que otros miembros del partido o excandidatos postulados por el Partido Patriota y que no lograron ser diputados, jefes ediles o la reelección. Ninguno necesitó experiencia en temas consulares para que los tomaran en cuenta. Bastó un curso intensivo impartido en el ministerio de Relaciones Exteriores como el que tomó Roberto Leva Rapela, productor de televisión argentino que apoyó al partido oficial durante la campaña, previo a partir como embajador a Uruguay en 2012.

 El acuerdo gubernativo 180-2013, del 5 de abril pasado, hace referencia a la necesidad de actualizar la asignación de gastos de representación otorgada al puesto de Embajador en Estados Unidos para que sea congruente con las reuniones de alto nivel que sostiene, la cobertura a 50 estados y al Distrito de Columbia. Y el otro, la asignación de costo de vida por la creación de 16 puestos en tres consulados, en la ONU, India y Reino Unido.

Al conocer estos números y lo que se paga en la Planta Central se explica por qué algunos diplomáticos prefieren renunciar a volver a Guatemala. “Es una lástima, se desaprovechan recursos, se pierde conocimiento cuando aquí podrían hacer muchos aportes”, señala Orellana.

Un ministro consejero en la Embajada de Bruselas, Bélgica, devenga en promedio US$6,760. En Guatemala podría ocupar la dirección de Política Exterior Bilateral o la de Política Multilateral en Guatemala, pero recibiría alrededor de Q13,700 (US$1,756).

Esa es una de las razones por las cuales Carrera y su equipo trabajan en una reclasificación de puestos y salarios: son bajos, no garantizan calidad y tampoco permanencia.

“Hay funcionarios que son héroes del servicio público. Hablan tres o cuatro idiomas, tienen maestrías, permanecen en sus puestos y hacen un trabajo de alto nivel aún frente los bajos ingresos”, dice Carrera. Maldonado lo resume en una frase: lo hacen por mística.

La propuesta de nivelación salarial para la Planta Central debe ser aprobada por la Onsec y revisada por la Dirección Técnica del Presupuesto (DTP) del Ministerio de Finanzas. Está prevista para 2014.

“Este proceso nos permitirá una política de rotación 5:3 (cinco años fuera y tres adentro). De lo contrario, se cae en cualquier momento pues tiene los efectos colaterales de un funcionario que regresa: gente inconforme, sin la mejor actitud para trabajar y vuelve a una estructura salarial baja, la más baja de las instituciones del Estado. La propuesta se encuentra en Recursos Humanos”, explica Ana Luisa Ramírez, la directora financiera.

La rotación, además, estará vinculada a los ascensos. Según Valladares, “se le pondrá dientes para hacer efectivo el mandato. Se establece que no se puede ascender al rango de Embajador si en los diez anteriores de servicio el funcionario no ha vivido al menos tres en Guatemala, y seis, en los últimos veinte”. La norma también prevé un artículo transitorio que da un plazo para que regresen a prestar sus servicios a Guatemala quienes tengan ya seis años de estar afuera.

El ministerio de Relaciones Exteriores también analiza contratar un seguro de salud universal para quienes laboran en el servicio exterior y espera la actualización de la ley para poder incrementar el salario base y modificar la tabla de costo de compensación. “De lo contrario vamos a tener bonos más altos, pero la base sigue teniendo un piso bajo”, concluye Ramírez.

Pintar paredes

Erick Maldonado, quien fuera secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua), identifica tres consulados “muy importantes” en el área fronteriza del lado de Chiapas, México, que deben ser dirigidos por funcionarios de carrera por el tipo de atención que brindan a los migrantes. Se refiere a Comitán de Domínguez, Ciudad Hidalgo y Tapachula, pero solo el último está a cargo de alguien que tiene 16 años de trabajar en el ministerio de Relaciones Exteriores y pensum cerrado en leyes.

Armando López Vásquez dirige el primero desde agosto del año pasado. Fue candidato a alcalde por el FRG, luego con la UNE y en 2011, a diputado distrital por el PP. Perdió pero estar en la estructura del Partido Patriota, como él dice, le permitió saber qué plazas estaban vacantes. “Pregunté por este consulado y cuando me dijeron que no había persona titular, yo llené la papelería y la presenté directamente en Relaciones Exteriores. Obvio, con el aval del Señor Presidente”.

Previo a ocupar el cargo recibió una inducción de diez días en el Ministerio de Relaciones Exteriores “para conocer y no llegar en blanco”. Se apoya en el vicecónsul Ángel Manuel Salazar Anléu, quien se incorporó al servicio exterior en 2002 como tercer secretario en el consulado de Miami, y en una secretaria de nacionalidad mexicana.

“Me siento contento de servirle a mi gente, también tengo estudios de derecho para defender a connacionales (cursó ocho semestres en la facultad de Ciencias Jurídicas en la Universidad de San Carlos). Conozco el área por mi experiencia como exportador de café. Este es el primer cargo público que ocupo y me siento bien”.

Se buscó a Ricardo Ismael Montes, el coordinador de pintura del PP, que ahora está en Ciudad Hidalgo, pero no quiso hablar con Plaza Pública. Primero dijo que iba en carretera y que no podía hablar por teléfono, pero pidió los datos de la periodista para anotarlos. Luego, que la señal no estaba clara y cuando se le envió un mensaje de texto respondió que “todo lo relacionado al puesto debe ser tratado con la sede del Ministerio”.

La vicepresidenta Roxana Baldetti, secretaria general del Partido, tampoco quiso referirse al tema. De la misma forma se negó Alejandro Sinibaldi, secretario adjunto. Fue Herman Velásquez, secretario de Organización y secretario Ejecutivo de la Presidencia, quien confirmó las atribuciones de Montes. Dijo que estuvo a cargo de identificar lugares en los que se podían hacer pintas para promover no solo al binomio presidencial sino a los candidatos de las localidades. También debía hablar con los propietarios, firmar un contrato, coordinar la compra de pintura y utensilios, y buscar patrocinadores.

Baldetti se abstuvo de comentar los méritos de Montes para el puesto. Recomendó hablar con el Canciller o con el Presidente. Francisco Cuevas, secretario de Comunicación de la Presidencia, dijo que él respondería en nombre de Otto Pérez Molina: “Es un nombramiento normal de una persona que reúne las capacidades para desempeñar este cargo”.

Orellana insiste que en el ministerio de Relaciones Exteriores existe el recurso humano capacitado para ocupar los cargos. “Diez años en la Dirección de Relaciones Internacionales Bilaterales generan más mérito para irse de embajador o ministro consejo que muchos que llegan de aluvión. ¿Qué por qué no los nombran? Porque aquí la carrera diplomática depende de un conecte político, de un padrino que lo proteja o un partido que lo apoye”.

Por nombramientos como los mencionados no cree que los diputados aprueben una nueva ley de servicio diplomático. La vigente les permite mandar lejos a un enemigo, otorgar una plaza a un familiar o pagar favores políticos.

Y el Presidente de la República se quedaría, al menos formalmente, sin ese espacio para premiar a sus partidarios.

Publicado el 07 de enero de 2013 en www.plazapublica.com.gt por Ana Carolina Alpírez
http://www.plazapublica.com.gt/content/los-chicos-buenos-viajan-al-extranjero

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