Un buen malacate

Desde los 12 años su gran “entretención mágica” es escuchar historias, hacerlas propias para comprenderlas y plasmarlas como canciones que perduran.

Innumerables cintas de grabación y papeles con ideas sueltas rodean su espacio vital, y algunas se concretan hasta  cuando han pasado los años, como sucedió con el sencillo De qué sirve querer, una idea veinteañera que nació  de una ruptura sentimental, pero que  se dio a conocer una década después.

Para triunfar en este oficio que ha sido su adicción desde siempre, Francisco necesitaba una plataforma.  Malacates cumplió con esa función, mas no como un escaparate sino como un conjunto de todo, en el que se conjugan talentos individuales  como lo hace Jacobo en la parte de arreglos o  Wicho López al encontrar el sonido adecuado.

¿Qué ves en un artista?

En manos de Páez, quien ha destacado desde muy pequeño como compositor, productor e intérprete de jingles, documentales y películas también, han estado personajes locales como Sabrina, Saravia, Gángster,  Faby Rodas, Los primos de la Sierra y otros, incluyendo a grupos católicos y evangélicos  que han recibido el color de su sentimiento rítmico, el cual sobresale por las eficaces fórmulas armónicas, rítmicas y líricas que inyecta a las canciones.

“Hemos hecho de todito un poquito y me he ido con todos los géneros, porque la música es música. Yo no le hago el feo a nada”, expresa.

Noble ambición

“Después de 13 años con Malacates y de haber logrado credibilidad, siento un impulso grande por empezar a hacer cosas por otros artistas”, confiesa, y admite que su máxima motivación es llegar al  2030 y ver una industria establecida, en lugar de  la extinción de los músicos en Guatemala, tal como  ha sucedido. No tiene  la presunción de ser parte de tal gloria, sino más bien de ser un fiel instrumento para el arranque de esa situación artística.

“Creo en serio que es bueno que, no solo en el ámbito artístico, quienes tienen la experiencia tengan una actitud más positiva, compasiva y amistosa”, apunta.

Servicio y talento

Páez asegura que primordialmente busca “la vocación de servicio” en las figuras a quienes compone temas. “En nuestro país hay mucha necesidad de ayudar. No todo es para adentro, uno debe ser amable, cortés, yo admiro mucho ese ángel y la disposición. En Guatemala nos llaman para hacer obras de beneficio y uno tiene que estar dispuesto y disponible, porque hay mucha necesidad”, recalca.

“Aparte de esto deben tener claro qué es ser un artista, talento, visión de lo que quiere en la vida, tiempo y cierto presupuesto para grabar, porque esto no es gratis”, agrega.

“En Guatemala hay muchas empresas que requieren artistas”, refiere Páez, haciendo énfasis en la posibilidad de crecer en el apoyo mutuo.

Trabaja  fuerte en EE. UU.

Luego de tantos años de entrega y trabajo local, llega el momento en que la creatividad hace erupción y es cuando el espacio se hace pequeño, así que Páez, como compositor individual, y Malacates Trébol Shop radican en Los Ángeles, para expandir su mercado.
El artista se encarga del movimiento global PX2 del Pacific Institute, como compositor de todos los temas, en Seattle. “Es un proyecto para jóvenes; hacen programas para incrementar la productividad mental en la persona, para que se aprenda a no tener límites. Ellos necesitan música y ahí es donde entro yo”, cuenta.

“Además, hacemos maquetas para otros artistas y estuve en EE. UU. recibiendo clases de producción, por lo que estamos haciendo un Networking para hacer música para artistas de allá”, resalta.

Malacates internacional

La banda se ha convertido en una de las más solicitadas en el extranjero. La semana recién pasada su sencillo Todo se pagará comenzó a sonar en la radio mexicana con mucho éxito. Este es solo uno de los temas que el público solicita con aprecio, por la calidad de música que imprimen.
Ahora se preparan para llegar a uno de los escenarios más representativos del medio artístico latinoamericano: el Foro Sol de México, ya que fueron invitados para ser parte del elenco del Festival Vive Latino que se efectuará del 23 al 25 de abril.

En septiembre y octubre estarán de gira en Europa.

¿Qué pasará después?

Uno de los asuntos que más preocupan a   Páez es que los grupos locales sobrevivan y crezcan. Eso es lo que lo motiva a colaborar con quien se lo pida, siempre y cuando sepa reconocer su aporte y a la vez buscar su identidad. Es así como concluye:  “Mientras más propuestas artísticas haya, más grande será el negocio de  la música en nuestro país”.