Norma Cruz Córdova

“Soy una mujer de fe y pongo en práctica lo que tengo que hacer”

Norma Cruz es una activista que vela por los derechos de las mujeres desde hace 10 años. Su lucha se inició cuando su hija Claudia le confesó que había sido abusada por su padrastro, Arnoldo Noriega. Ahí nació la fundación Sobrevivientes.

    El 11 de marzo fue galardonada junto a otras siete destacadas mujeres de todo el mundo, con el premio a las Mujeres con Coraje, que ha entregado desde 2007 el Gobierno de Estados Unidos. El premio lo entregó Michelle Obama, esposa del presidente Barack. A continuación, una plática en su oficina, donde pasa todo el día atendiendo y asesorando a víctimas de la violencia.

    • ¿Cómo se siente luego del premio?

    –Contenta.Aunqueahora tengo más responsabilidad. La gente que ha depositado su confianza en mí hace que me comprometa más y estoy obligada a tener mejores frutos.

    • ¿A quién atribuye el reconocimiento?

    – Se debe a la lucha. Me planteo ir más allá de la denuncia; identificar a los agresores, aprehenderlos y llevarlos ante la justicia, y que hoy estén en prisión ha marcado el trabajo. No estoy haciendo algo que otros no harían, soy una mujer de fe y pongo en práctica lo que tengo que hacer.

    • ¿Qué le dijo a Michelle Obama?

    – Me quedé muda al verla. Luego le dije las esperanzas que tengo en ella, su esposo y su gobierno. Le di mi bendición, me agarró las manos y me dijo que necesitaba muchas oraciones. En el Capitolio le hablé de los migrantes y que se detuvieran las deportaciones.

   • ¿Qué se siente ser una reconocida activista?

    –Estoysatisfecha.Creo queherespondidoalaconfianza que la gente me ha dado. No he defraudado a los que han venido a presentar su caso. Mi jornada es de lunes a domingo y hasta atiendo casos de emergencia de noche, es desgastante pero vivo un milagro cada día.

    • Hablemos de su pasado, ¿qué recuerda cuando llevaba los comunicados de la guerrilla?

   – Nunca voy a negar mi pasado. Tomé la opción de alzarme al movimiento revolucionario muy niña. Creía que se podían cambiar las injusticias. Entre gaba los comunicados de prensa a los medios de comunicación. Parecía una tarea sencilla, pero si era sorprendida hasta podría haber sido torturada.

    • ¿Qué le ha dejado haber sido guerrillera por 20 años?

    – Soy sobreviviente de una guerra. Si he vivido y sobrevivido a todo lo que pasé es porque Dios algo quería. La formación con la guerrilla me ha dado un amor por la lectura y poder ser solidaria, es decir, desprenderme de lo material. A veces lo único que tenía era la ropa puesta, de esa forma aprendí a no tener amor a lo material y al dinero, sino a sobrevivir con lo necesario.

    • ¿Cómo inf luyó su vida al crecer en un ambiente hostil?

    – Mi afán de querer cambiar y valorar más el aspecto de vivir en una sociedad con paz. No ha sido fácil, pero sé quenuestrageneraciónha dejado de hacer muchas cosas por tratar de transformar esta realidad.

 • ¿Qué le llevó a fundar Sobrevivientes?

    – No pude evitar que mi hija fuera víctima de violación. Es algo que me dolió mucho y me costó superar el sentimiento de culpa. Siempre luché por los demás, sin percatarme de que en mi hogar pasaba algo y no pude proteger a mi hija. Quise convertir la experiencia tan dura en algo positivo, y eso me llevó a crear el instrumento Sobrevivientes, para enfrentarse al sistema de justicia.

    • ¿Cómo se siente al cumplir su promesa de no fallarle a su hija Claudia?

 – Este trabajo es porque mi hija me lo pidió hace muchos años. Me solicitó que si podíamos hacer algo por cambiar, y me comprometí. Siento que estoy cumpliendo, aunque el proceso fue muy duro y doloroso, pero pude hacer que ella tuviera justicia y eso de alguna manera fue parte como de un resarcimiento moral.

    • ¿Qué logro tiene en la fundación?

    – No es lo mismo que llegue una mujer pobre y sencilla a pedir que se le atienda a que esté con su abogado. El trato es diferente y logramos tener un instrumento fuerte y sólido y tener condiciones de igualdad.

    • ¿Cómo está la situación de la mujer guatemalteca?

    – Se está empezando a romper el silencio, ya se tiene un nivel de participación alto aun con un sistema patriarcal imperante. Es triste decir que hay discriminación de la mujer por el simple hecho de ser mujer, pero es la verdad.La pobreza tiene rostro de mujer, pero ahora muchas están al frente y han empezado  a sobresalir.

    •¿Qué caso violento recuerda?

    El caso que más me ha impactado fue de una madre y su hija, la señora Rosa María Zeceña, de 45 años, y Ana Sofía, de 19. Las atendí un domingo de julio de 2007 por problemas familiares. El 13 de diciembre de ese año vienen dos policías a pedir el expediente porque el esposo las había matado a cuchilladas. Fue muy duro, me pregunto si hice todo lo necesario. Su pareja Jaime Pineda fue condenado a 133 años de prisión.

    • ¿Qué hace ahora?

 – Trabajar. Vengo a mi oficina temprano y me voy hasta que termino de atender. Superviso las áreas y visito a las mujeres en los albergues y a veces atiendo a las víctimas. Mi tiempo lo dedico a las víctimas, estoy en la fundación de lunes a domingo.

    • ¿Cuál es su meta?

    – Lograr un mundo más justo. Hace 10 años que me inicié en el acompañamiento a las mujeres desde la fundación, y en este camino he aprendido que para transformar las realidades se necesita hacer poco pero hacerlo bien, no hace falta una revolución. Espero que mañana tengamos un país donde una se pueda desarrollar plenamente en un ámbito de seguridad.

    Creo que he respondido a la confianza de las personas que han venido a presentar   su caso.