¿Y si solo tuviéramos un impuesto?

Ramón Parellada

Recuerdo la discusión que se dio en Guatemala cuando se quería implementar el IVA (Impuesto al Valor Agregado). En esa época, yo no conocía este impuesto y me llamó la atención que se había diseñado para funcionar como un único impuesto. Al final fue uno más.

Hoy en día se habla de impuestos únicos como el Flat Tax que es prácticamente el ISR (Impuesto sobre la Renta) pero con tasa única aunque hay diversas versiones de cómo aplicarlo de acuerdo a las deducciones de cada caso. La idea de quienes defienden este impuesto de tasa única como un único impuesto es que se simplifique el sistema dejándolo solo en funcionamiento. Este impuesto ya se ha implementado en más de cuarenta países.

En Guatemala tenemos un sistema tributario complicado. Es difícil pagar impuestos. Los jóvenes, al cumplir la mayoría de edad deben solicitar su NIT (Número de Identificación Tributaria). Si quieren trabajar por cuenta propia deben llenar una serie de requisitos para poder funcionar y tributar. Quienes están en el interior del país tienen más complicaciones para poder ir al día con sus impuestos. Por este motivo, existe mucha economía informal en la parte correspondiente al pago de impuestos personal.

Sin embargo, las empresas pagan tanto o más que muchos países desarrollados. Las empresas contratan gente para hacer todos los trámites y llevar al día toda la contabilidad que les permita cumplir adecuadamente con los requerimientos fiscales. Obviamente este es un costo de cumplimiento que es causado por el gobierno y es mayor mientras más complicado es el sistema. Con un costo de cumplimiento muy elevado también se provoca mucha economía informal entre las empresas, especialmente las pequeñas y las nuevas.

El Gobierno no toma en cuenta el efecto sobre la actividad económica a la hora de imponer impuestos. Por ello, cada vez que se aprueba un paquete fiscal complicando el sistema actual y se afecta más a las empresas, la actividad económica cae y la economía informal se incrementa.

¿Por qué no podemos tener un único impuesto, con una única tasa, que sea baja, universal, sencilla, fácil de pagar y que afecte a todos? Esto implicaría eliminar todos los demás impuestos. En lo personal prefiero el IVA a pesar que todos los impuestos tienen sus peros pero podría ser también el Flat Tax. No voy a entrar en detalles aquí cuál sería mejor, pues también hay otros impuestos en forma única que podrían funcionar. El asunto es que sea solo uno y que sea fácil de pagar.

Pues bien, al eliminar los aranceles y permisos de importación ya no haría falta tener aduanas. Disminuiría o desaparecería el contrabando y la corrupción aduanera. No habría que intervenir nada. Se daría una reducción enorme en el gasto público y en el costo de cumplimiento de pago de impuestos por parte de las empresas. Los productos importados ya no tendrían que estar tanto tiempo en las aduanas sino que entrarían directamente al país con lo cual se reduce el costo del capital que implica el tiempo de tener contenedores en el puerto o en las aduanas terrestres y aéreas. Se reducirían los trámites por lo que ya no habría necesidad de tantos tramitadores. La SAT y el Ministerio de Finanzas no tendrían necesidad de tanta gente con lo que se lograría otra enorme reducción del gasto público. La simplicidad del sistema permitiría una mejor fiscalización, menor evasión y corrupción y la economía informal se reduciría pues el costo de cumplimiento sería muy bajo y menor que no cumplir.

Lo mejor será que todo ese costo que se despilfarra actualmente sería un ahorro que permitiría una mayor generación de riqueza y oportunidades de mejora de nivel de vida para todos los guatemaltecos.

Artículo publicado en el diario guatemalteco Siglo Veintiuno, el día martes 22 de octubre 2013.

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