Inde-pendencieros

La voz anhela escribir la palabra completa pero se ahoga en la imposibilidad de la realidad. La independencia no es celebración si la “inde” está pendiente. Paisitos pequeñitos con infiernos grandes. Murallitas geopolitiqueras con fronteras absurdas, porosas, corruptas. Y su tropel de burocratuchos prostituidos lucrando del no hacer colas y el poder de controlar la locomoción y el libre intercambio de bienes y servicios. Y el atascamiento es mayúsculo. Un embudo de subdesarrollo atrapando el potencial de 55 millones de centroamericanos
 

viviendo la realidad de una separación pigmea ante los gigantes geopolíticos. Pero no hacemos nada porque somos paisitos dependientes de la ingobernabilidad. De la dádiva fácil y la resolución mediocre.

El expresidente Cerezo lo dijo alto y claro en este cónclave de exgobernantes en el Foro Esquipulas. La unión de Centroamérica es perfecta y su lógica, irrefutable. Infraestructura e inversiones comunes dentro de un marco de desarrollo regional. Pero agrego yo que aunque las élites políticas e intelectuales que delínean las fronteras lo entienden perfectamente, en el fondo no hacen nada para lograrlo.

Así lo explica Montaner con su fulminante descripción en el Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano: “No ven que el problema latinoamericano es la propia estructura vampirizante del Estado, y creen poder alcanzar el bienestar repitiendo siempre el mismo proceso que acaba irremediablemente empobreciendo la sociedad: acrecentando el Estado y entregándole el poder a un caudillo”.

Si los 350 millardos de dólares que actualmente produce la región centroamericana no es suficiente evidencia para vislumbrar el potencial regional, nada podrá convencer a nadie del impacto de una verdadera integración.

Pero cuando entran los doctos económicos a batear comienzan a supurar términos como “el problema de la superación de las asimetrías entre países y al interior de cada uno. La ausencia de fondos de cohesión para erradicar las asimetrías. La falta de voluntad de los gobiernos, así como la debilidad de las instituciones actuales de la integración y la falta de decisiones vinculantes”.

En dos platos: Que no hay acuerdos pero sí muchas diferencias en políticas aduaneras y normas regionales vinculantes. Cada paisito hace lo suyo y no hay una estrategia de simplificación. No existe un verdadero deseo traducido en políticas y plata constante y sonante para financiar la formación y la capacitación del recurso humano dedicado a la integración regional en entidades como el Sistema de Integración Centroamericano (Sica).

Los únicos que entienden la integración muy bien, y la aplican, y se benefician de ella, son los narcos, el crimen organizado y la corruptela. Han penetrado todos los estados de la región. No hay aduana, impuesto, tributo o norma que los limite. Están verdaderamente integrados para corromper o eliminar a quien se ponga en su camino. Eso es desafío.

No podremos combatirlos solos, sino unidos. No hay otra. Cada paisito tendrá tarde o temprano que montarse al tren. Y lo tendrá que hacer poniendo a todas las élites de acuerdo. Los key players políticos, sindicales, empresariales, para consensuar un acuerdo que se base en el entendimiento de que si tal acuerdo no se llega a concretar, la nave en la que estamos a bordo —que está haciendo agua y con un horizonte de hundimiento muy claro— entonces que mejor preparen salvavidas y todos los planes B existentes.

Porque solo quedarán cenizas, y en estos lados hasta al Ave Fénix se comen.

Publicado el 13 Septiembre 2013 en www.prensalibre.com por ALFRED KALTSCHMITT
http://www.prensalibre.com/opinion/Inde-pendencieros_0_992300777.html

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