Bonos, ¿se aprobarán?

¿Se aprobarán los bonos por parte del Congreso? ¡Hagan sus apuestas! ¿Qué piensa Ud.? Yo pienso que no, pues el pago de la deuda flotante “legal y auditada” no debería implicar más deuda sino ser parte del presupuesto de gastos. Sin embargo, no apostaría por ello. Los políticos actúan bajo los incentivos que tienen e intercambian favores y votos para lograr su propio interés independientemente del daño a largo plazo que se le puede hacer al resto de habitantes de Guatemala.

Quienes consideran que el país debe seguir endeudándose, solo se fijan en el corto plazo, en lo que se ve. Y lo que se ve es que se pagará de ahí a aquellos que en su momento brindaron un servicio al gobierno. Pero ni el gobierno siguió el procedimiento legal para contratarlos ni ellos lo exigieron. Algunos de estos parecieran tener su papelería en orden. Sería cuestión de auditarla y si en verdad fueron contratados por el gobierno, se les debe honrar la deuda pero no a base de más deuda sino contra el presupuesto actual. Esto significa que se deben suspender otros gastos para darle prioridad a los pagos pendientes ya que esto es un compromiso anterior a cualquier otro gasto que se quiera hacer.

Pero ¿qué político quisiera sacrificar la oportunidad de ir a inaugurar algún chorrito o una carretera? Estas ridículas inauguraciones solo le dan imagen en el coto plazo para prepararse a costa del presupuesto estatal para la siguiente campaña política. Así es, son inauguraciones para salir en la foto.

Me pregunto, ¿cómo es posible que se pierda tanto tiempo en tanta inauguración no solo de chorritos y carreteras estatales, sino también de eventos privados de gremiales y asociaciones que esperan a alguna autoridad estatal a la inauguración de sus eventos? Si a esto se dedican nuestras autoridades, entonces sobra demasiada gente y se puede recortar el gasto de inmediato eliminando ministerios y personal.

La diferencia entre un mal economista y uno bueno, según el gran escritor y economista francés Frédéric Bastiat, consiste en que el mal economista se fija únicamente en lo que se ve, en los efectos visibles de cualquier propuesta, pero el buen economista toma en consideración las consecuencias de no solo lo que se puede ver, sino aquellos efectos que no resultan tan obvios, que no se miran.

Nuestro sistema es cortoplacista. El pasado lunes 12 de agosto salió un interesante análisis periodístico en Prensa Libre hecho por Urías Gamarro. Calculó cuánto es la deuda por cada tributario. Si la deuda al 30 de junio, según el Banco de Guatemala, es de Q104,201.7 millones al tipo de cambio del Q7.85 por dólar y la base tributaria está compuesta por 185,000 tributarios, entonces la carga de la deuda sobre cada uno asciende a Q563,352. Es decir, quienes pagamos impuestos con regularidad soportamos una pesada carga de la deuda del gobierno sobre nuestros hombros, equivalente a poco más de medio millón de quetzales. Es una deuda que no pedimos, una deuda que compromete las generaciones futuras, una deuda que frena el desarrollo y que nos amenaza con quebrarnos. Aprobar los bonos significará incrementar la deuda por tributario en Q18,815.

No me opongo a la deuda, cuando es privada y productiva. Una empresa puede endeudarse siempre y cuando los ingresos nuevos debido a nueva inversión le permitan cubrir los intereses y el capital. Pero las cosas en el gobierno son diferentes. Nuestro gobierno solo consume, no produce, y sus supuestas inversiones no están basadas en “costo-beneficio”, sino en presiones de los políticos de turno. Todos perdemos cada vez que el gobierno se endeuda más.

Publicado el 15 de Agosto 2013 en www.s21.com.gt por Ramón Parellada
http://www.s21.com.gt/hacia-libertad/2013/08/15/bonos-se-aprobaran

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