La entidad señala que, con excepción de Nicaragua y Panamá, los demás países del Istmo ya tienen indicadores negativos y se encuentran en una situación de insostenibilidad, por lo cual es necesario aplicar políticas para solucionarlos o disminuirlos. Son señalados seis indicadores macroeconómicos que deben provocar la alarma de quienes observan el panorama a mediano y largo plazos.
La razón para que el Icefi haga esos señalamientos es sencilla: el gasto público supera los ingresos fiscales y manifiesta un problema estructural a causa de la acumulación de deuda. La solución sugerida por la entidad es igualmente simple, al señalar que los países deben mejorar sus ingresos, hacer efectivo el gasto público y manejar la deuda actual en forma transparente y estratégica. La inflación y el endeudamiento público también influyen.
Aunque el informe es técnico, sus bases de opinión son fáciles de comprender. No debe ser considerado como un documento cuya motivación es causarle problemas al Gobierno, ni tampoco un apoyo a quienes se oponen por razones eminentemente políticas y electoreras. Su análisis debe ser, además de sereno, decidido a tomar en consideración las bases teóricas y prácticas que lo sustentan, así como la realidad práctica y los ejemplos históricos del país.
Por aparte, ayer fue un día perdido dentro del Congreso, donde los diputados patriotistas y lideristas, sobre todo, de nuevo se enfrascaron en discusiones de escasa importancia. Para el Gobierno, que insiste en obtener el apoyo para los que se han convertido en los bonos de la discordia y del riesgo, se trató de una jornada desperdiciada.
Los aspectos como la planificación de las proyecciones del crecimiento económico tienen en Guatemala, El Salvador, Honduras y Costa Rica el factor común de ser proyectados con demasiado entusiasmo por algunos técnicos de los gobiernos, causando en ciertos casos enfrentamientos internos en el seno del oficialismo de cada país. Luego, la realidad se impone y los efectos de ese positivismo demasiado alegre aparecen muy pronto y desencadenan sus consecuencias.
Las cartas están sobre la mesa: los criterios no gubernativos respecto de los bonos ya han sido presentados. La estrategia gubernativa ya está clara. Queda ahora escuchar a los técnicos, tomando en cuenta que existen convergencias de criterios aun en analistas que observan desde puntos de vista económico-ideológicos distintos y muchas veces contradictorios. Dar oídos sordos a estas opiniones contrarias constituye una temeridad.
Publicado el 14 de Agosto 2013 en www.prensalibre.com por Editorial Prensa Libre http://www.prensalibre.com/opinion/Advertencia-endeudamiento_0_974302579.html
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