De los tres “pactos” sociales ofrecidos por el Gobierno (Fiscal, Hambre Cero y Por la Paz), al inicio de 2012, el fiscal era el que registraba con más avances y resultados. Pero, ¿y ahora?
El Pacto Fiscal para el cambio lo integran cinco componentes: 1) transparencia y calidad del gasto; 2) crecimiento económico; 3) combate al contrabando y la evasión tributaria; 4) actualización tributaria; y, 5) asignación prioritaria de los recursos. Bien diseñado y consistente con el Pacto Fiscal de 2000, ofrece una visión integral para la política fiscal en nuestro país, incluyendo importantes reformas.
Un año y medio después, ¿cuándo ha cumplido el gobierno de Otto Pérez Molina con este programa fiscal? Lamentablemente el avance es escaso. Analizando por cada tema: para el componente 1, en marzo de 2012 el Ejecutivo presentó dos iniciativas de ley, pero las abandonó y más bien los escándalos de corrupción y el desmantelamiento de la institucionalidad de la transparencia es un cáncer rampante, por lo que el avance, aparte de la propuesta legislativa, es nulo (si no retroceso).
Para el componente 2, el crecimiento económico sigue siendo más un resultado de factores exógenos que de políticas gubernamentales: el avance es nulo. En el componente 3, la aprobación y vigencia de la denominada “ley antievasión 2” es un avance concreto, pero mermado por el conflicto protagonizado por las autoridades de la SAT y de Finanzas, con el cual, las aduanas hoy son un corredor de alta velocidad para la defraudación y la corrupción.
En el componente 4 se aprobó la ley, pero su implementación es solo parcial, superando con éxito las impugnaciones legales, pero con zancadilla al no aplicar la Ley Aduanera Nacional y tergiversar el impuesto de primera matrícula. Y, lo más doloroso, el componente 5, que junto con el componente 1 se estiman los más importantes, con avance nulo: las prioridades para la formulación del gasto siguen sin cambio alguno, siguiendo más un esquema inercial.
La política fiscal de nuestro país necesita una reforma integral, que cuide todos los aspectos importantes y relevantes. El planteamiento del “pacto fiscal para el cambio”, acertó al estar estructurado siguiendo este propósito de integralidad. Pero, como toda propuesta buena, deviene inútil si no se cumple a plenitud.
En finanzas públicas no hacen falta más propuestas. Hace falta cumplir lo que ya se tiene. De lo contrario, continuará y se agudizará el rechazo y la resistencia a tributar. El nombre “pacto” estaba bien puesto: los contribuyentes ya estamos cumpliendo nuestra parte, ¿y el Gobierno con la suya
Recuadros
Educación tecnológica superior
En Alta Verapaz desde hace ocho años se desarrolla un proyecto de formación y educación superior con un enfoque distinto al de la Universidad tradicional; es el concepto de Tecnológico Superior. El Instituto Tecnológico Maya de Estudios Superiores (ITMES) forma profesionales en las ciencias de los alimentos y en la industrialización de la madera, que son los sectores industriales con alto potencial de desarrollo y que en algunos años dinamizarán la economía regional.
Este plantel enfoca su proceso y metodología formativa en el mecanismo aula-empresa, muy similar al sistema dual de formación profesional europeo, que es una estructura de competencias donde los jóvenes tienen dos entornos de aprendizaje: la escuela profesional y la empresa.
En este caso, es el Instituto Tecnológico y la empresa local, regional o nacional, donde el estudiante se involucra desde el primero hasta el último año; adquiere las competencias necesarias y la experiencia que le permite ser competitivo en el mercado laboral o crea su propia empresa.
En el ITMES se fomenta la investigación, esencial para el desarrollo industrial, el servicio a las industrias y la innovación, fundamental para la competitividad y la transformación de los territorios.
¿Cómo pretendemos, entonces, desarrollar nuestros territorios si no se crean las condiciones de formación del capital humano, adecuadas y contextualizadas, que potencialicen los recursos disponibles y que permitan crear las alternativas de empleo fundamentales para esa población creciente de jóvenes que carecen de oportunidades, que los obliga a migrar, a subemplearse o no desarrollarse como personas?
Transformemos desde ya el enfoque de las carreras universitarias, repensemos la manera de formar recurso humano esencial, hay que darle paso a la creación de carreras tecnológicas, innovadoras y productivas que apoyen y dinamicen el sector industrial de la región y del país. Es tiempo de evaluar qué recurso humano se va a formar, qué carreras universitarias crear, y aplicar algo de sentido común como es la investigación de mercados; es decir, la oferta y demanda de carreras que conjuntamente con las tendencias económicas y el impulso de los sectores productivos del país, determine hacia dónde orientar el esfuerzo para formar lo adecuado y necesario.
Enmanuel Bol Kloth, Agrónomo y Analista
Transformemos nuestro país
La generación de empleo es la única vía sostenible a largo plazo para reducir la pobreza. Los empresarios mantienen el compromiso de continuar generando expectativas de futuro a cada generación de guatemaltecos, que anhelan un trabajo digno, decente y productivo.
Es fundamental que los jóvenes y las nuevas generaciones tengan la certeza de un mejor mañana, que los anime a capacitarse mejor para encontrar un empleo estable, productivo y adecuadamente remunerado que les permita progresar o emprender una actividad empresarial que haga posible el sueño del empleo a muchos más.
Sin embargo, generar empleo no es tarea fácil, ya que todo aquel que ha experimentado emprender una actividad empresarial conoce el enorme desafío que es generar cada empleo formal.
Hoy, la mayoría de las personas hablande la importancia de crear empleos y son pocos los que realizan acciones para generarlos, pero casi nadie habla de crear empresas, que es lo fundamental para elevar la competitividad del país y abrir oportunidades a miles de personas, a fin de reducir la pobreza en el país. ¿Qué necesitamos los emprendedores para generar esa riqueza? Un clima de negocios favorable, tener certeza jurídica, que prevalezcan las reglas claras y estables para evitar abusos y excesos que provocan desconfianza en todo el sistema (Estado de derecho).
No hay que descubrir ni inventar nada; hay países que lo han logrado fomentando la empresarialidad y creando incentivos para la creación de más empresas; ejemplo, Corea del Sur, Taiwán, Chile, Perú y Colombia.
No podemos seguir perdiendo el tiempo en discusiones estériles sobre temas que generan incertidumbre política, económica y social. Necesitamos con urgencia acciones para transformar progresivamente nuestro país.
Andrés Castillo Calderón, Empresario
Publicado el 11/06/2013 en www.s21.com.gt por Siglo 21 http://www.s21.com.gt/icefi/2013/06/11/pacto-fiscal-para-cambio
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