Ayer, durante varias horas, campesinos e indígenas impidieron el paso de todo tipo de vehículos en un total de 22 puntos del país, lo que causó molestias a miles de personas que usaban los caminos para transportarse. También fue el motivo de pérdidas muy difíciles de cuantificar, pero evidentemente muy altas, por la imposibilidad de transportar productos perecederos.
En cuanto a los turistas que no pudieron llegar a tiempo para tomar los aviones que los llevarían a sus países, son numerosos los casos de daños muy serios como consecuencia de no poder tomar pronto otros vuelos. Los efectos de esto se manifestarán posteriormente, cuando las agencias internacionales de turismo aconsejen a sus clientes abstenerse de viajar a un lugar donde no se puede estar seguro de que el paso por las carreteras sea expedito.
Lo más preocupante de lo acontecido ayer son las declaraciones de dirigentes del Comité de Unidad Campesina, quienes amenazaron con seguir causando estos desmanes hasta que sea derogada la Ley de Telecomunicaciones, que expropia los espacios necesarios para colocar antenas, y sea una realidad la ley de desarrollo rural. En estos casos, como también en el de los túmulos, es posible llegar a determinados acuerdos, por lo que se debe analizar si las acciones del Gobierno han cumplido con al menos escuchar el criterio de los grupos que ahora protestan.
Es necesario señalar, una vez más, que estas acciones no solamente afectan a empresarios de todo tamaño, sino también a los propios campesinos, sobre todo a aquellos cuya existencia depende del comercio y de la venta de productos perecederos, los cuales generalmente necesitan de mucha mano de obra humana, como consecuencia de las particularidades de la actividad agrícola, la fuente de subsistencia de miles de trabajadores y campesinos.
Los túmulos colocados sin control alguno se han convertido en una fuente de molestias innecesarias, pero a este respecto es importante aclarar que son el resultado de la manera irresponsable con que demasiados automovilistas circulan por las carreteras, sin disminuir la velocidad cuando pasan en medio de aldeas, a lo largo de los caminos, lo que causa riesgos a los pobladores. Sin embargo, la construcción de esos obstáculos no puede hacerse al mejor saber y entender de quienes no ven los efectos negativos a largo plazo.
Pese a que los dirigentes campesinos califican estas manifestaciones como el resultado de que numerosas acciones previas han fracasado, el factor principal es la pérdida de apoyo a causa de que Guatemala se encuentra en este momento sumida en una situación en la que tales protestas solo conducen a lograr el rechazo del resto de la población.
Publicado el 12 de noviembre de 2014 en www.prensalibre.com por Editorial Prensa Libre http://www.prensalibre.com/opinion/Contraproducentes-bloqueos-carreteros_0_1247275266.html
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