Los flamantes militantes tributarios, desde sus palcos de lujo nacionales e internacionales, a quienes se atribuye la autoría del “Paquetazo Tributario 2012”, que vino a castigar con dureza los ingresos de la clase media y a relajar los controles contra el contrabando y la defraudación aduanera, vienen ahora con la cantaleta de toda la vida: Los guatemaltecos no pagan suficientes impuestos.
Por supuesto, como a dichos militantes tributarios no les salieron las “cuentas del gran capitán” después de haberle prometido al Gobierno que se podía gastar todo lo que quisiera y, al efecto, aprobar gigantescos presupuestos de gasto público, hoy nos quieren recetar más impuestos. Ya están cocinando varios tributos: (i) Aumentar la tasa del IVA de 12 a 15 por ciento; (ii) Impuesto de seguridad sobre el patrimonio de los contribuyentes; (iii) Monotributo para “informales”; (iv) Impuesto a las remesas familiares; (v) Impuesto a las llamadas por celulares (telefonía móvil); y (vi) Impuesto a las transacciones bancarias y de tarjetas de crédito.
Además, los militantes tributarios están pidiendo que el Congreso apruebe la emisión de bonos (endeudamiento interno) por Q4 millardos, de los cuales la tercera parte, por lo menos, se destinaría a campañas electorales del oficialismo y de la oposición, que todos sabemos que están concertados. No está demás indicar que la deuda pública vía bonos es más cara que la deuda pública vía préstamos con la banca de desarrollo internacional, pero, por supuesto, los adquirentes de los bonos también tienen que ganar. ¿O no? ¡Faltaba más!
Eso sí, de reducir, racionalizar o priorizar el gasto público nada. Es más, se dice que no hay dinero, pero en realidad sí hay, y lo que quieren los “esclavistas de la política” es más. Es una manera de presionar para que los diputados aprueben los bonos. Son pruebas de que hay dinero que el Gobierno paga todo y al contado a los contratistas que le interesan, que surten alimentos, medicinas, cámaras, fertilizantes, armas, uniformes, equipos, vehículos, blindajes, combustible, etcétera. Eso sí, no hay plata para el que no se pone firmes.
Mientras tanto la “fauna de saqueadores” (politiqueros, financistas, diputados constructores, negociantes improvisados y demás) sigue viento en popa. Y, por supuesto, vemos las “riquezas emergentes” que se traducen en mansiones, centros comerciales, edificios, empresas, hoteles, fincas, haciendas, así como “juguetitos” como jets, avionetas, helicópteros, yates, carros lujosos, etcétera. Y a los comunes mortales que denunciamos sus despropósitos y latrocinio nos tildan de “envidiosos” o “tontos” porque no nos aprovechamos de lo ajeno. ¿Será que se saldrán con la suya a costa de las innumerables necesidades insatisfechas de los guatemaltecos? Lo que es la indiferencia ciudadana.
Publicado el 28 de octubre de 2014 en www.elperiodico.com.gt por Editorial http://www.elperiodico.com.gt/es/20141028/opinion/3968/%C2%BFNo-hay-o-quieren-m%C3%A1s.htm
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