Una de las entidades que demoró su pronunciamiento fue la Procuraduría de los Derechos Humanos, y esa tardanza en hacerlo pudo haberla colocado en una posición poco defendible, ya que es un hecho evidente que lo denunciado es fundamental en el sistema democrático, el cual se debe afianzar en el país. Como ocurre en muchos de los casos que debe conocer esa institución, el tiempo es un factor importantísimo.
El proceso de escogencia de magistrados que terminó con los nombramientos ahora cuestionados, no solo es largo y complicado, sino de difícil comprensión para los ciudadanos. En el caso actual y gracias a la amplia cobertura periodística de todo lo relacionado con este asunto, fue posible conocer las negociaciones oscuras entre grupos de poder fáctico. Por ello, la exigencia del Ministerio Público para que haga acusaciones específicas puede ser interpretada como una manera de judicializar el proceso, en vez de efectuar investigaciones de oficio que se basen en la lógica, no solo jurídica, sino común y corriente.
A todo esto se debe agregar que la Corte de Constitucionalidad (CC) tiene entre sus posibilidades la de revertir el proceso, cuyo efecto sería la recuperación de la credibilidad en este, así como el afianzamiento de la confianza en la entidad que interpreta la Carta Magna. El asunto debe ser considerado en cuanto a las consecuencias de actuar en una forma u otra. La CC tiene de nuevo oportunidad de lucir su independencia y la visión de sus integrantes respecto del futuro del sistema jurídico nacional, que de nuevo se encuentra en el banquillo de los acusados.
No debe sorprender a nadie que diversas entidades civiles y jurídicas actúen a favor de reducir o eliminar la decepción generalizada por este caso, la cual, aunque no se evidencia públicamente, a causa de la forma de ser de los guatemaltecos, sí se manifiesta en corrillos jurídicos y, en especial, sociales.
Tampoco causa sorpresa que la actitud de la magistrada renunciante sea calificada de valiente. Vale la pena recalcar que en otros países hubiera sido considerado lo único que le quedaba hacer, porque el proceso no fue transparente y sí viciado. En esas sociedades la sorpresa la habría causado el que se hubiera quedado.
Hay casos llamados a despertar la conciencia de la magnitud de los hechos y sus consecuencias. Este es uno de ellos. Hablando en términos de valentía o cobardía, quedarse en silencio constituye una muestra de esto último, como desafortunadamente ha ocurrido demasiadas veces, con los negros efectos conocidos por todos. La ciudadanía consciente espera con interés lo que ocurrirá.
Publicado el 06 de octubre de 2014 en www.prensalibre.com por Editorial Prensa Libre http://www.prensalibre.com/opinion/Renuncia-causa-variados-apoyos_0_1225077816.html
No Responses