¿Paja libertaria?

JORGE JACOBS

Muchos colectivistas durante ya casi dos siglos han utilizado la falacia del hombre de paja para desprestigiar al liberalismo. Han sido muy exitosos en el intento, pero conforme pasa el tiempo y la tecnología le permite a cada vez más personas tener acceso a mayor información, la efigie de paja construida por ellos se desmorona por su propio peso (o mejor dicho, a falta de). La falacia del hombre de paja consiste en fabricar una débil imagen del oponente —que no necesariamente refleje sus argumentos pero que por lo menos se le parezca en algo— para luego atacar y desprestigiar esa imagen, haciendo creer a los demás que ese en realidad es el oponente. Se atribuye el nombre de la falacia a los hombres de paja (espantapájaros) utilizados antaño para simular al enemigo en prácticas militares.

Esta práctica se remonta por lo menos hasta Marx —recordemos que fue quien popularizó de manera peyorativa el término capitalismo— y se ha venido regurgitando cada cierto tiempo a conveniencia de quienes ven en el liberalismo al enemigo que podría acabar con su mina de oro, es decir, su forma de vida a expensas de los demás.

En una de sus más recientes iteraciones, durante las últimas décadas trataron de crear el hombre de paja neoliberal, atribuyendo con cierto éxito al liberalismo las culpas del mercantilismo. Como esa falacia ya estaba pasando de moda, ahora la modernizaron y encontraron el nuevo término al que debían llenar de paja: los libertarios.

A falta de mejores argumentos, generalmente recurren a igualar el liberalismo con el mercantilismo y luego achacarle al liberalismo los problemas generados por el mercantilismo. Pero nada más alejado de la realidad. Los liberales y los libertarios somos distintos a los mercantilistas, a quienes generalmente se les identifica como “la derecha”, y también somos distintos a los colectivistas, a quienes generalmente se les identifica como “la izquierda”.

En realidad tienen mucho más en común los mercantilistas y los colectivistas entre sí que ambos con nosotros, los liberales. Lo único que realmente separa a los mercantilistas de los colectivistas es el grado de socialismo que están dispuestos a implementar.

Los mercantilistas propugnarán por una menor intervención del gobierno en la economía, solo la suficiente como para hacer que sus negocios a la sombra del Estado sean muy rentables.

Los colectivistas propugnarán por una mayor intervención del gobierno en la economía, bajo la proclama de que así se beneficiará al pueblo, pero siempre con la idea de que quienes controlarán el gobierno son ellos y que “quien parte y reparte se queda con la mejor parte”. ¿A cuánto populista hemos visto que cuando llega al poder lo primero que hace es sacar a su familia de la pobreza?

Y el pagano siempre es el mismo: el pueblo. Esos que tenemos que sufragar con nuestros impuestos los negocios de los mercantilistas y las políticas fracasadas de los colectivistas.

La más grande ironía es que nos achacan a los liberales los problemas actuales, cuando lo que ha imperado en casi todo el mundo en el último siglo es el sistema benefactor/mercantilista que ellos tanto propugnan. ¿Dónde está la verdadera paja?

Publicado el 03 de abril de 2014 en www.prensalibre.com
http://www.prensalibre.com/opinion/Paja-libertaria_0_1113488661.html

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