Un TSE más allá de las negociaciones políticas

El ejercicio realizado por la postuladora no fue tan accidentado o cuestionado como en otras ocasiones especialmente por la política de puertas abiertas implementado por sus miembros, lo cual facilitó el acompañamiento del proceso por parte de organizaciones de la sociedad civil que brindaron transparencia al mismo. Como en cualquier evento, no faltaron las tachas en contra de algunos aspirantes por parte de diferentes organizaciones, al final los seleccionados superaron las pruebas.

Sin dudas la demanda de transparencia se traslada al Legislativo, en donde los diferentes bloques legislativos más allá de sus intereses políticos deberán anteponer los de la nación. Ojalá el próximo tribunal no se integre por medio de cuotas, en donde los bloques mayoritarios negocian y se reparten un número de magistraturas y de esa manera forman el TSE. Sino más bien se constituya en base al profesionalismo, experiencia y honradez de los aspirantes. Los congresistas deben realizar un trabajo digno, considerando que tienen suficiente tiempo para llevar a cabo el proceso de elección.

El país necesita una institución que no sea permeable por intereses políticos que pongan en juego los procesos de elección tanto de las máximas autoridades del país como las del poder local. Especialmente de hacer cumplir la Ley Electoral y de Partidos Políticos, que en muchas ocasiones es burlada por las organizaciones políticas que realizan campaña anticipada.

Las próximas autoridades tienen grandes retos, entre los cuales, están hacer del TSE un verdadero tribunal que sea respetado por los políticos e impulse un proyecto serio de reformas electorales que elimine las falencias del actual sistema. Así como blindar esa institución de las interferencias políticas o tráfico de influencias.

Es por ello, la relevancia del papel que jugarán los diputados en los próximos días. Es necesario que la ciudadanía esté vigilante del proceso que se generará en el parlamento para que no sea viciado y no termine frustrando a la población. Los guatemaltecos merecemos autoridades con valores democráticos y comprometidos en construir un mejor país.