De nuevo, el tema de los Sextos Juegos

Los Sextos Juegos Centroamericanos, que supuestamente serán realizados en Quetzaltenango durante el 2018, parecen estar condenados a ser el centro de controversias. Ahora se conoció que el expresidente del Comité Olímpico Guatemalteco general Sergio Camargo envió una carta con la que el país renuncia a la peregrina idea de efectuarlos, pero el nuevo dirigente de la entidad, Gerardo Aguirre, visitó esa ciudad para indicar que el Gobierno está interesado en llevarlos a cabo.

El asunto parece una broma de mal gusto. Al principio se hablaba de la astronómica suma de Q2 mil millones de gasto para esas justas deportivas, y ahora, de que pueden ser realizadas porque “solamente” costarán Q500 millones, los cuales serían obtenidos al reducir el dinero que recibe la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala.

La idea sigue siendo un mal sueño, porque los juegos requieren de carreteras en buen estado, un aeropuerto internacional, instalaciones para las competencias y los albergues de los participantes, así como infraestructura hotelera para alojar a las delegaciones y a la Prensa. Se requiere, además, que la ciudad tenga facilidades de traslado interno. Eso no se soluciona de ninguna manera con el costo de los juegos.

La insistencia en lanzarse a la aventura de intentar efectuarlos obliga a pensar en que haya razones muy opacas. Poca duda cabe de que alrededor de los juegos existirá una larga lista de empresas y de personas que serían beneficiadas con contratos de todo tipo, y debido al lamentablemente tradicional uso indebido de los recursos públicos a causa de la corrupción, el tema solo puede ser visto como una fuente de beneficios económicos para algunos.

La supuesta reducción de los costos, de Q2 mil millones a Q500 millones, tampoco tiene solidez. Se trata de una suma muy alta, en un país donde son enormes las necesidades de todo tipo: educación, salud, energía eléctrica y vías terrestres de comunicación. Por aparte, la indudable escasez de fondos con los que contará el Gobierno a causa de la segura reducción de lo recaudado vía los impuestos, obliga a cambiar el criterio de selección de los gastos del Estado, que para ajuste de penas tiene un porcentaje demasiado alto en funcionamiento y muy poco en el rubro de inversión.

Para el Gobierno, la realización de los juegos tiene el problema de ser fuente de críticas, tanto porque los pueda hacer y logre la construcción de toda la infraestructura necesaria, como de que lo intente y se quede en el camino luego de haberlos comenzado. Tales competiciones únicamente pueden justificarse cuando las instalaciones existentes son adecuadas y solo necesitan de alguna reparación.

Ojalá fuera posible realizar unas justas deportivas de ese calibre en Guatemala. Hay que luchar por lograrlo, pero recordando que por el momento, las prioridades del país son otras, y solo cuando se hayan solucionado los problemas urgentes, se puede pensar en invertir semejantes sumas de dinero. Por ello, insistir en el tema es perder el tiempo.

 
Publicado el 16 de diciembre de 2013 en www.prensalibre.com por Editorial Prensa Libre 
http://www.prensalibre.com/opinion/nuevo-tema-Sextos-Juegos_0_1048695130.html

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