El hospital general San Juan de Dios contrató servicios para reparar equipo médico y de laboratorio. Sin embargo, el mobiliario no se podía reparar debido a que estaba obsoleto o inservible.
La Contraloría General de Cuentas (CGC) denunció a las personas encargadas de mantenimiento en el hospital, por no realizar un estudio previo para respaldar las reparaciones o determinar si el equipo ya no podía ser reparado y debían comprar nuevo. La sanción que deberán pagar asciende a 301 mil 517 quetzales.
El hospital mandó a reparar tres incubadoras, equipo de rayos X, reveladoras de películas e impresoras radiográficas y mesas de operaciones. El monto total por los arreglos al mobiliario médico suma Q324 mil 817. La Contraloría argumenta que los empleados no tuvieron una planificación adecuada porque el equipo médico que recibió el servicio de mantenimiento y corrección está obsoleto, inservible o en desuso.
Equipo en desuso
Los auditores encontraron una de las incubadoras que había sido “reparada” abandonada en una bodega de inventarios y otra estaba en el taller de mantenimiento pendiente de reparación.
Al momento de la auditoría, el equipo de rayos X, las reveladoras de películas e impresoras radiográficas se encontraban inservibles o con desperfectos técnicos. Una mesa de operaciones dejó de funcionar un mes después de haber sido reparada y tenía 6 meses de garantía. Pero no volvió a repararse y estaba en desuso.
La Contraloría denunció a los subdirector de mantenimiento y de servicios generales, al jefe del departamento de radiología, jefe de neonatología y a dos empleados operativos.
Por Angélica Medinilla, 23 de julio de 2019
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