Empresarios estiman en Q16 millardos lo que el Estado dejará de percibir este año en impuestos por productos como cemento, alimentos, bebidas y artículos varios.
Más de una quinta parte del Presupuesto de este año se podría cubrir con el monto que representará la pérdida de ingresos tributarios por el contrabando de diferentes productos. El gasto público aprobado para este año alcanza los Q70.7 millardos.
Según la Gremial de Productores de Alimentos (Grefal), este año el fisco dejará de percibir Q16 millardos por el contrabando que se da en los 113 puntos que se tienen en las fronteras con México, Belice, El Salvador y Honduras.
Los Q16 millardos alcanzarían para cubrir el total del presupuesto del Ministerio de Educación, que suma Q12.8 millardos y tres veces el gasto del Ministerio de Salud que inició con una asignación de Q5.5 millardos.
En algunos municipios el 60 por ciento del mercado de alimentos y bebidas está copado por productos que ingresan por contrabando, afirmó Luis Mazariegos, asesor de Grefal.
Mercado paralelo
Pero la nómina de productos alcanza más allá de la canasta básica, llegando a cigarrillos, licores, productos de belleza, concentrados para animales y cemento.
En el occidente del país, un estudio elaborado para el Instituto del Cemento y del Concreto de Guatemala (ICCG), determinó que se comercializan casi 117 mil 500 toneladas de contrabando. Ese nivel representa el cuatro por ciento de la producción nacional de cemento que llega a 3 millones de toneladas y deja pérdidas fiscales por Q20 millones.
Luis Álvarez, director general del ICCG, informó que de acuerdo con el estudio el cemento ingresa proveniente de México y se comercializa en sacos de 50 kilogramos, a diferencia de la producción local que se vende en sacos de 42.5 kilogramos.
Según Mazariegos, por las fronteras con México ingresan arroz, aceite, huevos, pastas, bebidas gaseosas, galletas, harinas, concentrados, leche, cereales, yogurt, confitería y productos de limpieza y de belleza. En el caso de Honduras y Belice el contrabando es de licor y cigarrillos.
Mario Solórzano, directivo de la Asociación Guatemalteca del Arroz (Arrozgua), comentó que en derechos arancelarios y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) por este producto las pérdidas anuales suman Q44 millones.
En el caso del aceite, las pérdidas para el fisco se estiman en Q22 millones, según la Grefal.
La venta de productos que ingresan sin el pago correspondiente de impuestos se realiza en mercados cantonales sin que se hagan decomisos de la mercadería por parte de las autoridades, explicó Roberto Herrarte, presidente de la Grefal.
Nueva gerencia
La semana pasada el directorio de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) aprobó la creación de la gerencia de Inteligencia Fiscal, que tendrá a su cargo realizar los estudios necesarios para los nuevos planes de fiscalización.
Abel Cruz, intendente de Recaudación, dijo que deberá aprobarse el reglamento y contratar al personal para que empiece a funcionar la nueva gerencia. Además, con la reforma a la Ley Orgánica de la entidad, la SAT ahora tiene la rectoría para la política de contrabando.
Ante la carencia de estudios específicos, la SAT considera oportuno que las gremiales compartan la información de la que disponen, aseguró Cruz.
Causas y problemas
Según las estimaciones en 2015, las pérdidas fiscales por el contrabando sumaron Q14 millardos. El incremento que se ha dado se explica por el comportamiento del tipo de cambio de la moneda mexicana y el quetzal. “Son dos pesos por cada Q1”, indican los empresarios. Además, los productos de la canasta básica en México están exentos del IVA, lo que reduce el 12 por ciento que se paga en Guatemala. Pero en el caso de los alimentos y bebidas, la población se expone a consumir productos que ingresan sin la revisiones y registros fitosanitarios requeridos para comercializarse. Las industrias en general han eliminado puestos de trabajo por las pérdidas que ocasiona la competencia desleal.
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