Los familiares de Carlos López desempeñaron cargos en otras instituciones al tiempo que eran empleados del Congreso.
Carlos Enrique López Girón, diputado de la UNE, defendió las plazas de sus hijos, a quienes contrató como sus trabajadores.
El diputado Carlos Enrique López Girón, de la bancada Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), contrató en 2015 a su hijo Carlos Enrique López Maldonado, y a su hija Ingrid Karla López Maldonado, como asesor y asistente respectivamente.
Cuando el congresista fungía como quinto secretario de la Junta Directiva, su hijo Carlos Enrique estuvo contratado por el renglón 029 como su asesor, devengando un salario mensual de Q20 mil.
Al mismo tiempo, Ingrid Karla, contratada bajo el renglón 011, se desempeñaba como su asistente. En 2015, la hija de López Girón cobraba un sueldo de Q26 mil 734.14, que debido al aumento salarial fijado en el pacto colectivo, se incrementará a Q29 mil 407.55 este año.
Varios diputados de la UNE consultados, quienes prefirieron mantener el anonimato, aseguraron que los hijos de López Girón no podrán continuar trabajando en el Congreso, puesto que en las recién aprobadas reformas a la Ley Orgánica del Organismo Legislativo se estableció que “queda prohibida la contratación de familiares de diputados dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad”.
Alternan empleos
Los dos hijos del parlamentario alternaron su trabajo en el Organismo Legislativo con empleos en otras instituciones del sector público.
Carlos Enrique laboró en la Contraloría General de Cuentas (CGC) entre julio de 2014 y diciembre de 2015, mientras fungía como asesor de su padre.
Según aparece registrado en el portal de compras y contrataciones del Estado, Guatecompras.gt, la CGC pagó a López Maldonado un salario mensual que primero era de Q12 mil 500 y después ascendió Q15 mil. El monto recibido durante 18 meses sumó un total de Q256 mil 895.17.
En Guatecompras.gt únicamente se indica que se realizó un pago por “servicios profesionales”, pero no se detalla en qué consistían los mismos. Se trató de consultar a Carlos Mencos –contralor general de Cuentas– para profundizar sobre este aspecto, pero su equipo de comunicación alegó que el funcionario se encontraba en reuniones.
Por su parte, Ingrid Karla, quien labora en el Congreso desde octubre de 2008 a la fecha, compaginó su trabajo en el Legislativo con los empleos de médico residente y jefe de residentes en el Hospital General San Juan de Dios.
Los diputados aprobaron recientemente las reformas a la Ley Orgánica del Legislativo, la cual prohíbe la contratación de familiares en ese organismo.
Documentación del Ministerio de Salud Pública indica que López estuvo contratada en ese nosocomio entre 2009 y 2012 bajo el renglón 021, y durante ese tiempo también realizó su tesis para la Usac.
elPeriódico consultó a Zulma Calderón, jefa de supervisión de hospitales de la oficina del Procurador de los Derechos Humanos (PDH) para conocer los horarios de trabajo de un médico residente y un jefe de residentes del San Juan de Dios, y esta indicó que la jornada laboral suele comenzar a las 7:00 y finalizar a las 16:00 horas.
En caso de que los empleados tengan que realizar turnos, estos van de las 7:00 horas de un día a las 7:00 del siguiente. Posteriormente, los alumnos asisten a clases en la universidad hasta las 16:00 horas, lo que supondría un horario de 36 horas continuas. Esto imposibilitaría a López Maldonado para desempeñar su cargo en el Congreso.
Calderón agregó que los salarios en ambos puestos van de los Q4 mil 600 a los Q4 mil 800 mensuales.
En defensa de sus hijos
El diputado Carlos López defendió ambas contrataciones, y aseguró que su hijo “es un profesional”, que lo ayudaba en las fiscalizaciones que realizaba. Agregó que únicamente fue contratado en 2015 y que ambos trabajos –el de la CGC y el del Legislativo– no tenían los mismos horarios.
El congresista se desligó del trabajo de su hija en el San Juan de Dios, ya que en años anteriores no trabajó para su despacho, afirmó. López resaltó que la Constitución ampara a su hija para no ser despedida, a pesar de guardar una relación familiar con él.
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