Esta semana, como una estrategia netamente populista-electorera, la bancada servil a Sandra Torres propuso que se conociera la iniciativa de ley 4084, la cual fue aprobada en primera lectura a pesar de ser inviable, rechazada por diversos sectores económicos y abiertamente inconstitucional.
Esta propuesta inventada por grupos indigenistas radicales -llamada erróneamente “Ley de Desarrollo Rural”- contempla la creación de un aparato burocrático con rango de Ministerio, le asigna a esta dependencia más de mil millones de quetzales. Esto por supuesto también altera el presupuesto aumentando el gasto gubernamental, pero a la vez incrementaría los impuestos, el endeudamiento y la corrupción. Pero hay algo aún más preocupante y que se ha dejado de lado en este debate, pone en grave peligro la Propiedad Privada al imponer criterios racistas como la “propiedad ancestral de la tierra”, estipulados en el convenio 169 –derechos de los pueblos indígenas-. Con esto no quiero decir que estas etnias tengan menos derechos que el resto de guatemaltecos, sino que de ninguna manera pueden asignársele “derechos especiales”, o dicho más claramente: privilegios raciales.
Si a un grupito de esos marxistas-racistas como CUC, CODECA, CONIC o WINAQ se le ocurre, por ejemplo, que Tikal Futura se encuentra sobre un lugar que ellos consideran “sagrado”, podrían despojar a sus legítimos propietarios de esos terrenos y apropiárselos “colectivamente”, expropiarlos sin compensación. Veamos otro caso. Si usted, estimado lector, posee una parcela en la Franja Transversal del Norte y dentro del perímetro de su propiedad se localiza una roca que estos grupos radicales cataloguen arbitrariamente como “sagrada”, prepárese para desalojar su propiedad porque las hordas bajo las órdenes de Daniel Pascual invadirán sus terrenos, y cuidado se opone a ello porque la masacre de los Pajoques queda como evidencia de lo que son capaces…
Esta iniciativa de ley sólo genera más división y conflictos, pero debemos comprender que estos vividores no producen nada, viven parasitariamente del trabajo de otros, dependen de la miseria y del racismo para mendigar dinero en Europa. Hoy van un paso más allá en esta Guerra de 4ª. Generación en la que nos encontramos inmersos, tratan de “legalizar” el conflicto étnico a través de nueva legislación. No podemos tolerar lo que proponen estos grupos, es aberrante tratar de clasificar a los guatemaltecos de acuerdo a su origen y el color de la piel. Me parece demasiado cínico lucrar del discurso del racismo, siendo los más racistas los que lo usan como “negocio”
Al final, sin adornos ni retórica “solidaria”, de “igualdad” o el discursito ese de “500 años de explotación bla, bla, bla,”, estamos ante una arremetida marxista que suprime el Principio de Igualdad, el Derecho de Propiedad, una táctica retrógrada que sólo nos condena al subdesarrollo, a la miseria, a la escasez de oportunidades y al conflicto racial permanente. Es esto precisamente lo que esperan conseguir Pascual, Menchú, Pop y Tuyuc para seguir viajando, hospedándose en hoteles 5 estrellas en Europa y seguir mamando de la teta de “papá estado”. Estos vividores dependen de ello para seguir gozando de lujos, presionarán nacional e internacionalmente hasta lograrlo. Pueden estar seguros.
Comprendámoslo de una vez por todas, el desarrollo de Guatemala no está en la agricultura de subsistencia. La única forma de salir de la pobreza es construir Estado de Derecho sólido, sin privilegios para nadie; pero también se requiere desarrollar el comercio, la industria y la prestación de servicios en total Libertad -los campesinos de Almolonga ya lo han puesto en práctica y demostrado con resultados positivos inmediatos-.
Les planteo una pregunta entonces para abrir el debate: ¿Puede generarse el desarrollo rural “por decreto”?
Publicado el 11 de octubre de 2015 en www.republicagt.com por Jose Daniel Rodríguez http://www.republicagt.com/opinion/ley-de-perpetuacion-del-subdesarrollo-rural-iniciativa-4084/
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