Hora de actuar

Durante los últimos cuatro años he alzado mi voz en la medida de mis posibilidades para denunciar corrupción e injusticias, abusos de todo tipo, afrontas a nuestra soberanía y atentados contra nuestro Orden Constitucional, Estado de Derecho, Constitución y libertad. Muchos otros, hombres y mujeres valientes, alzaron sus voces y afilaron sus teclados conmigo. Empresarios, profesionales de todo tipo, amas de casa, comerciantes, ricos, pobres, clase media, indígenas, ladinos, guatemaltecos todos. Exponiendo nuestra seguridad y nuestra integridad, en momentos en los que alzar la cabeza y protestar contra el poder que tenía cooptado el país era ponerse en la línea de fuego de la izquierda. Lo hicimos por amor al país. Todos quitamos tiempo que debimos dedicar a nuestros negocios y trabajos, para de nuestro bolsillo, financiar nuestra participación cívica. Nos acusaron de todo, pero se que ninguno de nosotros recibió nada por darlo todo por el país.

Mucho se ganó con estos años de alzar la voz. Infinidad de ciudadanos perdieron el miedo a expresarse en redes sociales, fuerte, en favor o en contra de nosotros. Vale la pena aplaudirles que se tomaran el tiempo de externar su sentir sobre la que también es su patria. Repito, Guatemala somos todos y es deber y derecho de todos los ciudadanos defenderla, amarla y cuidarla.

Sin embargo, es fácil vociferar detrás de un teclado. Lo difícil es poner las acciones dónde uno pone las palabras. Es fácil teclear tachando a todo el gremio político de corrupto y ladron, demonizarlos a todos, pero como se limpia un sector si no es actuando. Si usted, ciudadano digno, no se involucra, ¿dónde empieza el cambio? Yo pienso que hay mucho político decente, amante de su país, pero han sido opacados por los malos políticos. Hay burócratas que son respetuosos de la ley, éticos y eficientes, pero han sido opacados por los malos burócratas, ineficientes y corruptos. Yo invito, como ciudadana que soy, a los amigos que tienen soluciones, a que no nada más critiquen, a que se tiren al agua política. Y si deciden no hacerlo, a que luchen día a día por mantener en orden su metro cuadrado. Cuiden su familia, su trabajo, sus acciones individuales, desde la cortesía al prójimo en la calle, hasta la buena educación de pedir por favor y dar las gracias. Todo eso es hacer patria. Todo eso es construir país. Si todos nos unimos para dar lo mejor de nosotros mismos cada día, Guatemala será próspera. Obvio, manteniéndonos vigilantes para que el gobierno, en sus 3 poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) cumplan sus funciones a cabalidad y limpiamente.

Hoy, varios de mis colegas activistas han decidido poner sus acciones dónde pusieron sus teclados y han aceptado invitaciones de partidos políticos para participar en política, formalmente. Mis respetos para mis amigos Ricardo Méndez Ruiz, José Eugenio Garavito, Tilly Bickford y Raúl Falla, por tirarse al agua política y tratar de hacer un cambio real por el país.  Espero Rodrigo Polo y Giovanni Fratti, mega guerreros defensores de la libertad, la soberanía y la Constitución se suban a algún barco con esos ideales.  Yo he decidido hacerlo, y espero el Señor me ilumine para trabajar por todos los guatemaltecos. Ojalá podamos juntos mejorar Guatemala, desde la plataforma en que estemos.

Guatemala va primero, con visión de país y a largo plazo. La soberanía nacional reside en el pueblo, y hay que defenderla. Nuestra libertad es sagrada, sin ella no somos nada. Yo seguiré defendiendo el derecho a la vida, a la familia como núcleo fundamental de la sociedad, respetando la individualidad de cada quién que es parte de vivir en un país libre. El derecho a profesar la creencia religiosa que la persona elija, promoviendo el respeto mutuo. Trataré desde mi humilde quehacer de promover inversión, luchar contra la corrupción y mantenerme vigilante, cuidándo mis acciones sobre todo, para que sean siempre y en todo momento apegadas a la Ley. Defenderé el derecho a la propiedad privada, que lo dicta la Constitución, sea pequeñita, mediana o grande. Lo mismo merece defensa una persona dueña de una parcelita de pocas cuerdad, que el dueño de una gran finca. Es igualmente importante la persona que tiene su puesto en la Terminal, como la señora que tiene sus 3 Tiempos, o el dueño de una multinacional. Todos son empresarios, todos emprenden una actividad, todos corren riesgos, todos generan movimiento económico, todos arriesgan con el afán de prosperar.


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