El crecimiento de la población mundial en los últimos años, además de significar un desafío en términos económicos, satisfacción de necesidades y definición de estrategia de gobierno en varios puntos, también significa un desafío para abastecer con el vital líquido, el agua.
La crisis del agua es cada vez mayor, tanto que en algunos países ya es problema real, de acuerdo a estadísticas presentadas por BBC Mundo, una persona de cada cinco ya no tiene acceso al agua potable.
Recién en febrero de este año, Ciudad del Cabo dio la alerta que podía quedar sin agua en el corto plazo. Son varias ciudades en el mundo que muestran su preocupación por el abastecimiento de agua potable.
Los períodos de sequía, cambio de usos del suelo, tala inmoderada, incendios, catástrofes naturales, cambio climático, red de tuberías con desperfectos o desgaste por el tiempo, son algunas de las variables que inciden en la crisis del agua.
Las Naciones Unidas al igual que otras organizaciones realizan monitoreos e investigación en muchos rubros, incluido el agua.
En su propuesta Agua para todos, agua para la vida, identifica desafíos que la humanidad y principalmente quienes tienen el poder de mover el destino de sus países y estados, consideren los mayores desafíos para cuidar el vital líquido.
En esta encrucijada, los mayores desafíos a enfrentar en el tema son:
Satisfacer las necesidades humanas básicas.
La falta de agua o poca calidad de la misma se traduce en enfermedades, principalmente gastrointestinales, que afecta a los más pequeños, niños menores de cinco años.
Protección de los ecosistemas.
La poca atención que las autoridades brindan para la protección y cuidado de las principales fuentes de agua, provenientes en su mayoría de ecosistemas amenazados o degradados, es otro tema que potencia la crisis del agua. Este es un desafío que las autoridades y población en general debemos considerar con seriedad para garantizar las fuentes de agua.
Las ciudades.
La gestión del agua en las áreas urbanas es una tarea compleja, cada vez más, las áreas urbanas ocupan espacios naturales y en la mayoría de los casos la infraestructura se limita para otorgar la satisfacción de necesidades, como el acceso al agua potable. Los gobiernos locales junto a la población deben definir las estrategias, que en el corto, mediano y largo plazo aseguren el acceso y suministro del agua.
Promover una industria limpia.
Uno de los mayores problemas en este tema, son los pocos controles a la industria respecto a los desechos que se vierten en ríos y lagos. Además, la poca regulación del uso del agua en los procesos de producción. Una tarea pendiente en el que ambas partes: industria y gobierno deben cooperar. Asimismo, reducir la incertidumbre por falta de leyes y políticas que regulen estas actividades.
Compartir el agua, definir los intereses comunes.
En la gestión integrada el agua se debe identificar. Se debe valorar este recurso desde la perspectiva natural como la social, cultural y económica.
Valorizar el recurso, buscar y apoyar soluciones debe ser un compromiso diario. No solo por la humanidad sino por la conservación de la vida en todas sus manifestaciones.
POR GABRIEL ARANA, 25 MARZO, 2018
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