Se llama Gabriela Alva de Flores, tiene 91 años y es la encargada de que la correspondencia que te envían llegue a tu casa. Y todo ello por el monto de 180 mil quetzales que ganó en dos contratos con la Dirección de Correos y Telégrafos, perteneciente al Ministerio de Comunicaciones.
Mega Servicios, la empresa de la que es propietaria, prestó el servicio de entrega de 25 mil 714 piezas postales tal y como requería el evento (NOG 6267432) por la cantidad de Q89 mil 999, un quetzal menos de lo permitido para que el proceso sea por licitación en lugar de compra directa.
Esta compra se concretó el 22 de mayo con un único oferente. No obstante, en septiembre se repitió el proceso y se le volvió a adjudicar el servicio por las mismas unidades de entrega y el mismo monto.
En su propuesta, aprobada por el director de la institución, Dany Elden Thompson, cada entrega tiene un valor de 3.5 quetzales.
El servicio de entrega es para el perímetro de la capital y los municipios aledaños (Mixco, Villa Nueva, San José Pinula, Santa Catarina Pinula, San Pedro Ayampuc, Palencia, San Raymundo, San José del Golfo, Fraijanes y Chinautla).
Otras compras anteriores
Antes de publicar estos dos eventos, la empresa registra otros dos servicios con el Estado en 2017 con los que recibió 49 mil 913 quetzales.
El 28 de febrero Correos y Telégrafos le pagó 24 mil 920 quetzales por el servicio de traslado y entrega de 7 mil 120 piezas postales. Menos de 20 días después, el 16 de marzo, la Dirección General comenzó a gestionar una nueva compra por un monto mayor: Q24 mil 993 por 7 mil 141 piezas postales.
Ambas compras fueron solicitadas por Rudy Zabdiel Berganza Flores, coordinador del Departamento de Inspección Postal.
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Mega Servicios
La empresa es de carácter individual y tiene sede comercial en la zona 8 de Pradera San Cristóbal, en Mixco, que coincide con el domicilio que tiene registrado la propietaria.
Además del transporte de paquetería, Mega Servicios ofrece un diverso catálogo de productos, según refleja su patente mercantil.
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Entre otros, la empresa se dedica a la venta de comida, alquiler de mobiliario, alquifiestas, servicios de decoración, venta de tarjetería e impresiones, serigrafía y servicios fotográficos.
También llama la atención que inició operaciones en enero de este año y quedó registrada oficialmente dos días después de recibir su primer contrato público.
La justificación
La institución del servicio postal argumentó que la compra se realizó con base en “la incapacidad que tenía para contratar personal de entrega de correspondencia”.
Sobre el monto, la institución respondió que cualquier gasto superior a 90 mil quetzales debe ser adjudicado bajo una licitación que requiere un procedimiento técnico y legal y que “lleva mucho tiempo”. Además señaló que la Dirección no puede acceder a ese aspecto por encontrarse en un proceso de transición de un ente supervisor a uno operativo y administrativo.
La empresa subcontratada se encargó de entregar documentos oficiales a embajadas, sobres estándar, pequeños paquetes y citaciones de Superintendencia de Administración Tributaria que notifican al cliente sobre la existencia de piezas postales sujetas al pago de tributo.
Además indicó que a partir de septiembre Correos y Telégrafos ya cuenta con carteros contratados para entregar la correspondencia y que hasta la fecha ya ha repartido más de 15 mil piezas libres de impuestos. Pese a esta contratación, la Dirección volvió a renovar el contrato con Mega Servicios.
Un servicio estancado
Desde que el Estado recibió la administración del servicio postal, un año y dos meses después sigue teniendo deficiencias.
Hace unos meses contaban en las bodegas con 2 mil sacos con al menos 20 paquetes pequeños cada uno.
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