“No queríamos caer nuevamente en las mismas manos”.
El presidente Morales fue elegido por una mayoría abrumadora de ciudadanos conscientes, porque ante las opciones que amenazaban, preferimos elegir al menos experimentado de los candidatos, a un individuo sencillo, identificado con la mayoría de la población, quien voluntariamente se propuso competir contra dos temibles poderes: Manuel Baldizón, el favorito en las encuestas previas, y Sandra Torres, que ya había estado en la turbulencia y nos dejó mareados.
La sociedad no fue ingenua, así como fue muy bien madurada la decisión del voto. No queríamos caer nuevamente en las mismas manos, tras el escándalo del despojo de los patriotas. Guatemala no es una compañía comercial de responsabilidad limitada. Así que el único candidato del amplio abanico que cayó bien a la masa fue quien con su humor popular entretenía los domingos a los televidentes. Se repitió la fábula de Rocky, el boxeador de ficción que salió de la nada, y ganó en el ring al campeón del mundo. La gente pudo soñar, porque podríamos librarnos de dos fantasmas que ya se creían dueños de nuestro porvenir, y dar vida a alguien normal, como todos nosotros, con nuestras debilidades, sabiendo que los ganadores seríamos todos, porque él nos reivindicaría colectivamente.
En la primera vuelta de la contienda, Morales eliminó a Baldizón, y en la segunda, apagó el triunfalismo de Torres. El pueblo ganó.
Del presidente Morales no se esperaba grandes sorpresas, sino capacidad para resistir y aguantar el peso de la Patria, facilitando la transición moderada hacia nuevas opciones.Pero los rechazados de Lider y la UNE quieren hacernos trompetita con la boca, reírse en nuestras caras, para que aceptemos que vivir bajo su gobierno poderoso hubiera sido quizá mejor. Así como las pandillas mandan en los barrios ocupados, los políticos de siempre quieren echarnos en cara nuestra equivocación, para que nos rindamos, quitemos al usurpador o él se deje dominar.
La tensa crisis entre presidente y comisionado de la CICIG condujo a la población a abandonar al presidente a su suerte, dada nuestra costumbre de aceptar el colonialismo y la práctica xenófila. Hasta una empresa privada se está burlando del mandatario con un anuncio de hamburguesa non grata que es una vergüenza. Lo vano del asunto es que tanto el presidente Morales como el comisionado, quedarán fuera de sus cargos muy pronto, en días o años, porque ninguno es eterno, y lo que sí se juega es nuestro futuro, porque estamos a punto de quedar nuevamente de rodillas ante las mafias. Hemos dejado solo al político que elegimos para librarnos de Baldizón y Torres, no apoyamos sus decisiones, y lo quieren linchar en la hoguera, donde estaremos carbonizándonos todos.
Publicado por Gaby Girón, el 06 de Septiembre, Por Soy502
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