José Alejandro Barrondo se dedicaba a lustrar zapatos en Guatemala cuando era un niño. Sin embargo, a sus quince años, esto cambió cuando su primo Erick Barrondo se convirtió en subcampeón olímpico de marcha.
“Decidí practicar marcha después de que Erick ganara la medalla porque mi hermano Rolando me insistió y yo quería salir en la tele y en los periódicos. Decidí dejar mi caja de lustrar zapatos y me puse a practicar la marcha”, afirma el joven.
José Alejandro, que ahora tiene 20 años, es uno de los ocho hermanos de la familia Barrondo Xuc.
Desde muy niño ayudó a su papá sacando madera y leña y limpiando la milpa.
A los ocho años comenzó a lustrar zapatos en el parque central de San Cristóbal, en Alta Verapaz. Hizo esto durante siete años para ayudar a su familia.
Tras motivarse viendo a su primo ganar la plata olímpica, José empezó a entrenarse, se clasificó para el Mundial juvenil de Donetsk, en Ucrania, y dejó su anterior oficio.
En esa competencia iba segundo cuando recibió la tercera amonestación y fue eliminado a menos de cien metros de la meta.
A sus veinte años tiene poca experiencia. En 2017 ha disputado cuatro pruebas de marcha de 20 km. Obtuvo el primer lugar en Guatemala, el vigésimo cuarto en Ciudad Juárez, el noveno en Monterrey y el séptimo en la Copa Panamericana.
Precisamente en esta útlima, relizada en Perú en el mes de mayo recién pasado, logró su mejor marca personal que le permitió sacar el billete al Mundial de Londres (1h:23:30).
Primera prueba en Europa
El Mundial de Londres 2017 será la primera prueba en suelo europeo para José Alejandro.
“La preparación no fue lo que mi entrenador tenía planificado, pero hemos hecho nuestro mayor esfuerzo y haremos lo mismo en Londres para hacer una buena competencia”, señala.
El guatemalteco es consciente de que su apellido ha tenido mucho que ver en la afición que existe por la marcha en su país y en Centroamérica en general.
“Es un deporte que le ha dado a Guatemala muchos logros y creo que esos logros han inspirado a otros para que practiquen y hagan deporte. Es una manera de alejarse de cosas malas y peligrosas”, explica.
El joven Barrondo quiere hacer un papel digno en el mundial, como una muestra de agradecimiento y cariño a mucha gente.
“Una buena actuación se la dedicaría a Dios, a mi mamá, a mis hermanos y todas esas personas que de una y otra manera me han apoyado. Y también a todo el pueblo de Guatemala”, concluye.
Erick Barrondo ganó la plata olímpica en Londres 2012. Cinco años después lo acompaña su joven primo. Aquella medalla sirvió para dejar atrás los duros tiempos de lustrar zapatos.
Publicado por AFP el 08 de Agosto, por Soy502
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