Tras los proveedores de armas para las pandillas

Publicado por el Periódico el 29 de marzo 2017

http://elperiodico.com.gt/pais/2017/03/29/nota-4-41/


Las incautaciones de armas de fuego a pandilleros, miembros del Barrio 18, presuntos responsables de los ataques contra agentes e instalaciones de la Policía Nacional Civil (PNC), se investigan con un enfoque más allá del delito del transporte o portación ilegal.

La Unidad Contra el Tráfico de Armas (UCTA) del Ministerio Público abrió dos expedientes con el objetivo de tratar de identificar el origen de las armas retiradas a los pandilleros. Se buscará establecer el país de origen del arma y en el caso de ser armamento de uso exclusivo del Ejército, tratar de identificar a qué lote pertenecen, explicó el jefe de la UCTA, Iván Hernández.



Un lanzagranadas, una subametralladora Mini Uzi y dos fusiles Colt AR-15 fueron incautados por la PNC en la zona 21 capitalina, el pasado 22 de marzo, que se presume son las mismas que portaban adolescentes en un video que se divulgó en redes sociales ese mismo día.

El uso de armas de alto poder como esas, introducidas por grupos de narcotraficantes, es cada vez más común entre los pandilleros, indicó el jefe de balística del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Raúl Rizzo.

El ataque contra un líder de la rueda del Barrio 18 que sería atendido en UNAERC, zona 1 capitalina, fue ejecutado con fusiles AR-15 en agosto de 2016. Uno de los atacantes fue herido de muerte por uno de sus compañeros que no pudo manipular el arma con la pericia debida, recordó Rizzo.

En un allanamiento en seguimiento a una clica que cobraba extorsión, practicado en mayo de 2016, en la colonia El Mezquital, zona 12, fue incautado un fusil M16, con capacidad de efectuar entre 800 y 900 disparos por minuto. El estado casi intacto del arma llamó la atención de los investigadores.

“Es parte de nuestro trabajo establecer de dónde provienen esas armas”, puntualizó el fiscal Hernández. Las pesquisas se efectúan en conjunto con la División de Investigación y Desactivación de Armas y Explosivos (DIDAE) de la PNC, agregó, e incluye el tráfico ilícito de armas por los puntos ciegos fronterizos.

En algunos casos, también llama la atención que las armas lucen en buen estado, como nuevas, de acuerdo con fuentes policiales.

Uno de los vehículos en donde se localizaron armas de fuego.

Fortalecen organización

El poder de fuego de las pandillas tiene dos explicaciones, en opinión del analista Édgar Gutiérrez. La primera, que la mara ha evolucionado a una estructura de crimen organizado, que en algunos territorios comienzan a suplantar a los narcotraficantes o bien que les sirven como sicarios o seguridad.

Por otra parte, la economía de la mara sustentada en la extorsión, tan extendida, que genera hasta Q1 millón diario, o sea Q300 millones al año, detalla Gutiérrez. Ese dinero lo han utilizado en pequeños negocios, pero otra parte va a pertrecharse de armamento más sofisticado, “que los haga más temibles y les dé más capacidad de fuego e incursionar en los mercados ilícito, trata, narcotráfico o sicariato”, agrega Gutiérrez.

Ligados a proceso

Cuatro hombres fueron ligados a proceso por portación ilegal de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército; transporte ilegal de armas y municiones; asociación ilícita; asesinato en grado de tentativa; atentado y portación ilegal de explosivos, informó la UCTA.

Los señalados transportaban dos fusiles, un chaleco antibalas, un lanzagranadas M-26 y cinco granadas de fragmentación, y fueron detenidos por la PNC tras el ataque a la subestación ubicada en La Lagunilla, San Pedro Ayampuc.

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