Publicado por Rebelionlibertariagt.com
Si los que lucran de la falsa defensa de los Derechos Humanos y la Comunidad Internacional se preocupan tanto por sanguinarios criminales y no de los ciudadanos honestos que somos sus víctimas, entonces que ellos se hagan cargo de las cárceles de Guatemala.
El 11 de junio, el columnista y catedrático universitario Nicholas Virzi describió el contexto en el cual las fuerzas de seguridad retomaron el control de la cárcel de cumplimiento de condena Pavón, acción por la cual fue juzgado y condenado arbitrariamente Erwin Sperisen.
Planteó una interesante propuesta, de la cual transcribo algunos extractos:
“El contexto ex ante en el que las autoridades guatemaltecas tuvieron que operar para entrar a la cárcel de Pavón, la casa matriz del crimen organizado, era más peligroso y beligerante del que tuvo que penetrar Seal Team Six, el comando Americano que mató a Osama Bin Laden.”
“Para el estado guatemalteco, tarea número uno sería, no la pobreza, ni la desigualdad, ni mas años para el gobierno de turno, sería retomar las cárceles. Ahora bien, ¿hay alguien que cree que este proceso sería pacifico? ¿Qué no habría repercusiones extremas e imprevisibles en la sociedad? Ahora, con el último que lo intentó pasando condena perpetua en una cárcel extranjera, ¿Quién se atrevería de levantar un dedo por la sociedad guatemalteca?
Propongo que la comunidad internacional tome las cárceles de Guatemala. La justicia suiza le dio la lección a Guatemala de cómo no tomar una cárcel, que nos vengan a dar la lección de cómo si tomar una cárcel. Para evitar malos entendimientos, que la operación sea acompañada por las embajadas extranjeras, el Procurador de los Derechos Humanos en el país, los medios nacionales e internacionales, etc. Lo digo en serio. Que todo sea grabado en video, para tener pruebas de lo que pasa en las cárceles de Guatemala, y como se desenvuelve la operación. Los extranjeros no deberían de tener mayor problema con mi propuesta. Son los entes que mas deberían de gozar de la confianza y buena fe de los reos, ya que por años les han defendido sus derechos humanos.”[1]
En reiteradas ocasiones ha quedado demostrada la doble moral de activistas y organismos internacionales de DH al defender cuasi maternalmente a sociópatas reincidentes con amplio historial criminal, inclusive a conocidos terroristas que enlutaron a cientos de familias durante el Conflicto Armado Interno -ahora resulta que ellos mismos son “activistas de DH”…-. La percepción generalizada de los guatemaltecos es que estas ONG’s SOLAMENTE PROTEGEN CRIMINALES y hay hechos como por ejemplo el asesinato del soldado Víctor Soria en Santa Cruz Barillas, el ataque a la familia Pirir en San Juan Sacatepéquez o el secuestro de policías en Santa María Xalapán por parte de grupos radicales afines a su ideología izquierdista, en los cuales su silencio cómplice puede corroborarlo. En estos y cientos de casos más no hubo ni un solo pronunciamiento al respecto, no hay visitas de relatores como Alberto Brunori, tampoco se escucha el corifeo de la Comunidad Internacional. ¿Acaso la vida de personas honestas no vale nada, no merece su atención porque no pueden obtener dinero de ellas?
Las cárceles de Guatemala son universidades del crimen desde donde se cometen toda clase de delitos contra los ciudadanos; están en poder de las maras, narcotraficantes y asesinos. Probablemente es fácil para un suizo señalar a las autoridades por el uso de la fuerza pública legítima para someter al orden a 7 reos sentenciados que no quisieron deponer sus armas, pero no conocen la realidad de lo que sucedió.
¿Tienen alguna idea de la situación a la que se enfrentaron y el peligro que representaba la ejecución del Operativo Pavo Real?
¿Si realmente el propósito de retomar Pavón era “limpieza social” como plantea la CICIG, no les parece ilógico llevar a la Prensa, COPREDH, PDH y MP como testigos?
La imagen que ilustra esta publicación de AFP corresponde a uno de tantos motines en la cárcel Pavoncito, en el cual fueron decapitados varios reclusos –las cabezas se pueden ver en la parte inferior-, a uno le sacaron el corazón y lo estaban hirviendo en una olla dentro del penal, indicio claro que recurren al canibalismo como estrategia de terror. Estos atroces actos también han sucedido en la cárcel de menores, en donde jugaron fútbol con la cabeza de uno de los monitores encargados de su “rehabilitación”.
Esta es la realidad de las cárceles de Guatemala y es mandato de las autoridades mantenerlas bajo control, si no les parece a los vividores y mercenarios extranjeros, si se oponen a que apliquemos la pena de muerte como está contemplado en el Código Penal, si les molesta que se les quiten privilegios a sus protegidos y que se imponga la Ley para proteger a los guatemaltecos productivos, QUE ELLOS SE HAGAN CARGO DE ESTOS “ANGELITOS” ENTONCES.
¿Y POR QUÉ NO?. Yo sí apoyo esta propuesta. ¿Y USTED?
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