Publicado por Jorgepalmieri.com el 5 de marzo 2017
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De un tiempo a esta parte, el fiscal colombiano doctor Iván Velásquez Gómez, actual Jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), ha venido diciendo con insistencia, dentro y fuera del país, que hay una campaña contra él y de desprestigio contra la CICIG, por el hecho que se le han venido haciendo críticas a través de los medios de comunicación y las redes sociales por su desmedido protagonismo en temas en los que está involucrándose y que, en opinión de sus críticos, no están incluidos en la lista de actividades que le competen de acuerdo al convenio firmado por el Estado de Guatemala y la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Hay que recordar que antes de la llegada del doctor Iván Velásquez Gómez, para hacerse cargo de la CICIG, esa oficina, única en el mundo por su naturaleza, que otros países se han negado a aceptar, había tenido dos jefes desastrosos: el primero fue el jurista y fiscal español Carlos Castresana nombrado en septiembre del año 2010 por el Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon, a la organización de esa entidad “dedicada a colaborar con el Estado guatemalteco en la investigación y desmantelamiento de los grupos criminales que se han incrustado en las instituciones”, pero causó muchos problemas y abusos de poder y se vio precisado a renunciar en el 2017 tras haber sido acusado de sostener una conducta impropia con una colaboradora de raza negra, aunque él declaró que renunció debido a una campaña de desprestigio en su contra para destruir la imagen de la CICIG, a pesar de que recibió el apoyo de los gobiernos de España y de Francia.
Castresana fue sustituido por el jurista y fiscal general costarricense licenciado Francisco Dall’Anesse Ruiz, nombrado el 30 de junio de ese mismo año por el Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon y permaneció en ese cargo hasta septiembre de 2013. Después del fracaso de Dall’Anese fue nombrado el jurista y fiscal colombiano doctor Iván Velásquez Gómez, tras haber tenido una destacada actuación jurídica en su natal Colombia. Aunque su actuación jurídica ha sido muy controvertida y se le ligó de tener nexos con líderes de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FARC).
Hay que reconocer que el doctor Velásquez ha tenido un brillante currículo y que en el año 2011 recibió el Premio Mundial de Derechos Humanos de parte de la prestigiada organización International Bar Association (IBA), y en 2012 la Asociación de Jueces Alemanes lo galardonó por su compromiso en la lucha contra la impunidad y el respeto a los derechos fundamentales. Sin embargo, últimamente se ha sabido que está siendo investigado por la Fiscalía de su país y que el ex presidente de la República de Colombia Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) le ha calificado de “nefasto”. El ex presidente Uribe sabrá por qué lo dice.
Las críticas que se le hacen es que está sobrepasando lo convenido en sus atribuciones, al colmo de que ha sembrado en terror en el país por haber acusado de diversos delitos a altos funcionarios de los tres poderes del Estado, los cuales han sido encarcelados en cárceles supuestamente preventivas, pero en las que han permanecido largo tiempo, sin antes haber sido oídas y vencidas en juicio y sin respetar la presunción de inocencia constitucional. Y como consecuencia se encuentran llenas las cárceles existentes y otras más que han sido creadas para dar albergue a tantos supuestos delincuentes cuya reputación ha sido destrozada por las simples acusaciones y las exposiciones inconstitucionales a los medios de comunicación.
Esta situación tiene prácticamente paralizado al país porque ninguno de los funcionarios públicos –del presidente Morales para abajo– se atreve a firmar nada por temor a que pueda verse comprometido con el MP y la CICIG y por ello los mecanismos del Estado están detenidos. Lo cual demuestra que no existe Estado de Derecho.
Se le reconoce el éxito de sus investigaciones denominada “La Línea” sobre la corrupción aduanera en la que los supuestos cabecillas son el ex presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti Elías, y están supuestamente comprometidos muchos de los altos funcionarios públicos y de la SAT, la “Cooperacha”, y otras, quienes guardan prisión “preventiva” desde hace mucho tiempo sin que se les haya oído y vencido en juicio. No obstante, algunas de sus propiedades ya han sido incautadas por el Estado.
Además, incidentes como la misteriosa muerte del ex ministro Pavel Centeno, cuando un grupo de fiscales del MP y de la CICIG trató de allanar su casa antes de la hora legal señalada por la ley y hubo intercambio de balazos, de cuyo resultado se ha dicho que el ministro Centeno se suicidó, aunque el balazo que le quitó la vida tiene orificio de entrada abajo de la nariz.
El colmo ha sido que hasta la Casa Presidencial fue allanada (supuestamente por un error, según se dijo después) para tratar de capturar al hijo menor del Presidente Jimmy Morales, acusado de un delito menor, y el hermano del mandatario Sammy Morales, fue capturado escandalosamente, como si fuese un delincuente peligroso y ambos fueron enviados a prisión preventiva aunque sus supuestos delitos eran menores y pudieron haber sido enviados a cárcel domiciliaria. Como para demostrar que no es realmente el Jefe del Poder Ejecutivo el que manda en el país, sino que quien más poder tiene en el país es el Jefe de la CICIG. Y se sospecha que esta fue una forma de obligar al presidente a apoyar la reforma constitucional y confirmar su apoyo a la CICIG. Porque se ha criticado al presidente Morales por no haber expresado su apoyo a la CICIG. A lo cual él ha contestado que ni a su hermano ni a su hijo ha apoyado y no tiene por qué apoyar a nadie. Con lo que creo que tiene toda la razón.
Esto motivó otra brillante caricatura del genial Fo, de Prensa Libre.
Pero en el exceso de sus atribuciones, ahora está tratando de imponer al Congreso de la República que los diputados se alineen y voten a favor de una reforma constitucional a todas luces apresurada, no consensuada e inconveniente. Su intromisión en este sentido ha sobrepasado excesivamente sus atribuciones en el convenio firmado entre la ONU y el Estado de Guatemala.
El doctor Velásquez se ha dedicado a ver la forma de quitar el derecho de inmunidad a todos los diputados que ha querido porque no se han querido alinear, pero él no renuncia a la “inmunidad diplomática” de la que goza gracias al convenio entre la ONU y el Estado de Guatemala. ¿Por qué él no renuncia a su inmunidad?
Finalmente, me dirijo al doctor Iván Velásquez para decirle que no es que haya una campaña en su contra ni exista el propósito de desprestigiar a la CICIG. Lo que pasa es que en principio es vergonzoso que un país supuestamente libre y soberano, como creemos que es el nuestro, tenga que soportar que la ONU, o el gobierno de los Estados Unidos de América, o su embajador, nos impongan una entidad como la CICIG para perseguir a la corrupción y combatir a la impunidad, en vez de que sea el Ministerio Público de Guatemala la que se encargue de hacer ese trabajo. Sin embargo, al principio se le tomó como una ayuda o simple colaboración para el MP, pero en el transcurso del tiempo hemos podido ver cómo la CICIG con usted a la cabeza han venido cooptando a la Jefa del MP y a todo el sistema Judicial de Guatemala.
Y ahora pretenden imponer su voluntad al Congreso de la República para que acepte las reformas constitucionales que usted cree convenientes. ¡Francamente, ya es demasiado! ¿Qué se cree usted que es? ¿El procónsul en Guatemala? Creo que los guatemaltecos ya estamos preparados para gobernarnos solos. Y de desearle a usted muy buen viaje. Que le vaya bien de regreso a su patria a aclarar las investigaciones que se están haciendo en su contra. No es que seamos malagradecidos por todo lo que ha logrado hacer por nuestro país, pero creo que se le ha pasado la mano y es mejor dejar así las cosas.
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Mientras tanto, el Comisionado Iván Velásquez se queja, dentro y fuera del país, de que existe una campaña contra él y para desprestigiar a la CICIG (siguiendo el ejemplo del tristemente recordado Castresana), pero no dice que es él quien está llevando a cabo una muy costosa campaña por Europa, Nueva York y Washington para desprestigiar a todos los medios de Guatemala y recibir el apoyo $$$ de las instituciones y personas a quienes visita. Porque hay que recordar que la CICIG no vive de un presupuesto que le haya sido asignado por la ONU sino que el elevado salario del Comisionado y demás personal y demás gastos se cubren con donaciones de varios países y personas.
Es tanta su megalomanía que afirma que quienes le criticamos somos delincuentes o estamos ligados al crimen organizado. Por mi parte, respondo en la forma en que acostumbran hacerlo los jóvenes indígenas: barajo y reviro en contra. Y si por estas opiniones el embajador Robinson va a quitarme la visa para ingresar a los Estados Unidos, ya no me importa porque a mis 88 años y con tantas molestias que hay para viajar ya no tengo deseos de hacerlo. Como decimos popularmente los guatemaltecos: “Machete, mejor estate en tu vaina”.
El fiscal colombiano Iván Velásquez con el Secretario General de la ONU el ex primer ministro portugués Antonio Guterres, a quien acudió para solicitar su apoyo $$$. Porque ya no le basta el apoyo del embajador de EE.UU. Todd Robinson.
La Fiscal General y Jefa del Ministerio Público de Guatemala, licenciada Thelma Aldana y el jefe de la CICIG, doctor Iván Velásquez, visitando a unos senadores republicanos en Washington, D.C. para que continúen apoyando a la CICIG.
Todo esto ha merecido otra brillante caricatura de Fo publicada en Prensa Libre.
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