Alfaque

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Publicado por el Periódico el 21 de septiembre 2016

http://elperiodico.com.gt/2016/09/21/opinion/alfaque/


Las expectativas de una población sedienta de nueva y fresca política, decrecen aceleradamente. Era de esperarse. El primer grave error de este gobierno “ni corrupto ni ladrón”, fue abrir las puertas de su bancada a desertores cuestionados (mucho se ha hablado sobre este punto). Pocos meses después, las consecuencias de semejante decisión cobran factura y tocan a la puerta del presidente constantemente. Empañaron muy temprano la esperanza popular.

Defender y luego retirar el “paquete fiscal” que se sacaron de la manga, tampoco ayudó a este joven gobierno. Discursos contradictorios, razones vacías, pusieron en evidencia su poca fuerza.

Casos de supuesto espionaje; rodearse de personajes opacos que luego defiende con acciones políticamente cuestionables; declaraciones desafortunadas y hasta cuestionamientos sobre la probidad del propio vicepresidente, tampoco ayudan para nada en este panorama gris.

Al presidente se le nota irritado, cansado, molesto. Ha olvidado que representa la unidad nacional. Que no debe darse lujos emocionales a la luz del día. Que lleva la batuta de un país urgido de soluciones. De un país necesitado de respuestas y planes para poder ver un horizonte. De un país que padece hambre y cuyos servicios públicos son una manta encogida que no cubre a la mayoría.

Los arrebatos no le ayudan. Las quejas, menos. Imagino que nadie menosprecia la responsabilidad que lleva sobre sus hombros, pero ni lágrimas, ni oraciones públicas, ni exabruptos teatrales, ni “pestañazos”, aportan para nada. Es comprensible que la crítica le fastidie, pero eso debería desahogarlo en sus círculos más íntimos y no ventilarlo oficialmente. ¡Guatemala merece seriedad! El enclenque beneficio de la duda, hasta ahora con un “tiene buenas intenciones”, pende de un hilo gracias a estos arranques que pueden quitarle eso poco que hoy le queda.

La presunta participación del hijo y hermano del presidente en actos de corrupción, es el alfaque más serio de esta marea. Sin duda. Fue bien manejado al inicio, con una declaración grabada que parecía franca (aunque tener al lado a la esposa cual florero, fue innecesario), pero tristemente el tema se complicó cuando solicitan (¿sus “asesores”?) a funcionarios pronunciarse a su favor. ¡Vaya error! Si el hecho legal no le afecta a él directamente, ¿para qué lo apoyan en acolochados comunicados haciendo alarde de su honestidad? “No aclares que oscureces”, dice el dicho.

El presidente pierde terreno, pero ojo, que con él pierde el país entero. (…Y mientras tanto, el hambre).

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